J. A. GÓMEZ. La comarca de Antequera y su vega han estado ligadas, tradicionalmente, a la producción agrícola, cerealista y de aceite de oliva. No es extraño que el mayor grupo cooperativo del mundo, Dcoop, tenga su sede aquí. En los últimos tiempos, también se han desarrollado actividades afines como los vinos, en los municipios de Mollina y Fuente de Piedra, o la repostería navideña (mantecados). Recientemente, la industria alimentaria recibía con entusiasmo la consideración del Mollete de Antequera como Indicación Geográfica Protegida.
“El Puerto Seco de Antequera se configura como un nodo intermodal en la red transeuropea”
Otro de los sectores que está impulsandose, es el turístico. La declaración de los dólmenes de Menga y Viera, el tholos (cámara funeraria) de El Romeral, junto a la Peña de los Enamorados y El Torcal, como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ha puesto a la ciudad antequerana en todas las guías mundiales.
Pero si por algo destaca la comarca es por su privilegiada situación, equidistante de las principales ciudades andaluzas. De hecho, es una de las mejor comunicadas por carretera y tren de la Península.
El Puerto Seco, el proyecto más ambicioso de la comarca, se encuentra en un estado avanzado. De hecho, se espera que las obras arranquen esta primavera. El proyecto ha recibido un total de 21 ofertas de constructoras y grupos para ejecutarlo. La inversión público-privada asciende a 46,4 millones y, cuando esté operativo, generará 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos, solo en su primera fase. Ésta etapa aportará una superficie logística de 92 hectáreas, que irá ampliándose hasta alcanzar las 330 hectáreas que recoge el proyecto en su totalidad.
Entre las empresas más representativas, hay que citar a Dcoop, Alsur, Grupo Baeza, Acotral, Grupo Sancho Melero, Abasthosur, Siro Antequera, Bodegas Málaga Virgen, o Hutesa.
“Un mundo empresarial por descubrir”
El emprendimiento ha dejado de ser una cuestión reservada, exclusivamente, a los hombres. Así lo sostiene la presidenta de la Asociación de Empresarias de la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Málaga AMUPEMA, Rocío García, quien explica que el perfil de la emprendedora rural es “absolutamente multisectorial”. A su juicio, constituye “el motor de la economía de los municipios”. Sin embargo, sufre carencias vinculadas a la brecha digital.
Entre los casos de éxito, nos pone algunos ejemplos como el de Eva Zomeño y su proyecto Aceites Esenciales Eva, en el que ha reivindicado la cosmética de los cítricos; Toñi Bravo de Aceitunas Bravo; Sonia Reyes, que dirige Mármoles Guadalhorce, o Alejandra Pérez al frente de Alejandra Catering. Ya en la Serranía de Ronda, destaca ‘My Bailarinas’, de la emprendedora Pilar Martín, o la empresaria Natalia Medina, quien ha tomado las riendas de Medina Ruiz Industrias Cárnicas (Jimera del Líbar), la enseña familiar. No hay que olvidar a Lourdes Millán, fundadora de Galeota Tourism, una de las primeras empresas en difundir el Caminito del Rey.
Axarquía, ligada al subtropical