La dependencia del turismo y la hostelería han tenido una especial relevancia en la caída económica de Málaga. Por ello, y aún frente a la incertidumbre reinante por la situación epidemiológica, el último informe de Analistas Económicos de Andalucía señala que solo en el mejor de los casos la provincia de la Costa del Sol recuperaría la mitad de su PIB perdido en 2020. En este sentido, tras la caída del 14% experimentada durante el primer año de pandemia, la mayor de Andalucía (-10,3%), las previsiones más favorables estiman una recuperación del 7,3% a lo largo de este año. En el peor de los casos, el crecimiento se quedaría en el 4,4%.
No obstante, un deterioro de la situación epidemiológica, así como retrasos en los programas de vacunación, podrían posponer el levantamiento de las medidas de contención y, por ende, la más o menos rápida recuperación económica. De hecho, los últimos datos publicados de la Contabilidad Regional Trimestral del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), relativos al cuarto trimestre de 2020, señalan que el PIB creció un 0,3% frente al 14,2% del trimestre anterior. ¿La causa? el empeoramiento de la propagación del COVID19 en el tramo final del ejercicio.
Las provincias con mayor peso del sector agrario, por su parte, han conseguido amortiguar la caída del PIB respecto al año 2019. Son los casos de Almería, Huelva, Jaén o Córdoba. Bajo este argumento, Cádiz acompaña a Málaga en la caída más pronunciada. En la geografía gaditana, donde el sector agrario solo representa el 3% del valor añadido de la provincia, la caída fue del 10,7%, según los datos de la Contabilidad Regional Trimestral del IECA.
España mejora sus previsiones para 2022
En el conjunto de 2020, la economía andaluza ha registrado una caída del 10,3% (-10,8% en España). El mayor peso en la estructura productiva regional del sector primario y de los servicios de no mercado explicaría, en gran medida, este diferencial positivo, dado que estas actividades, junto a las financieras y de seguros, son las únicas que han experimentado un crecimiento en el último año. Desde el punto de vista de la demanda, se ha producido un descenso generalizado, exceptuando el consumo público.
En el plano nacional, el Banco de España estima que el PIB crecería, en un escenario base, un 6,0% en 2020, 0,8 puntos porcentuales menos de lo previsto en diciembre. Según la misma fuente, el crecimiento de la actividad se aceleraría en la segunda mitad del año, al amparo de los avances en el proceso de vacunación y la implementación de los proyectos ligados a los fondos europeos Next Generation. Se estima, asimismo, que parte del impacto positivo de este programa previsto anteriormente para 2021 se trasladaría a 2022, para el que se proyecta un crecimiento del 5,3% (1,1 puntos porcentuales. superior al estimado anteriormente).