La Fundación Telefónica es la encargada de organizar este proyecto educativo en España. Centrado en la programación computacional, está presente en Urduliz (Bizkaia), Madrid, Barcelona, Alicante. Y Málaga no iba a ser menos. “Fue el propio alcalde quien nos escribió el mismo día que se enteró que lo íbamos a organizar en Madrid”, confiesa a esta revista el director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica, Luis Miguel Olivas. Este 7 de febrero abrió con el primer proceso de selección (ya ha convocado otros dos para este verano), aunque su inauguración oficial se celebró el pasado 18 de abril.
¿Qué es?
El Campus 42 Málaga, como se llama el proyecto educativo ofertado en la capital malagueña, entiende como ‘piscina’ el proceso natural de selección para entrar a formar parte de este campus. Los alumnos deberán completar 26 días formativos y de exámenes. “Fines de semana incluidos”, puntualiza Olivas. El resultado de esta prueba determinará quién definitivamente disfrutará parte de la formación. La prueba, “muy exigente”, también sirve para la autoevaluación del alumno a soportar los niveles de frustración y estrés que experimentará durante el curso en cuestión y su vida laboral. De momento, la primera piscina ha concluido con 172 estudiantes seleccionados.
Nuevos perfiles profesionales
La iniciativa llega ante la demanda de las empresas de nuevos perfiles profesionales que no están cubiertos debido a la carencia formativa de la educación tradicional. En este campus, el alumno aprenderá en materias de desarrollo web, big data, inteligencia artificial, ciberseguridad o videojuegos. “Málaga necesita centros educativos buenos para que Google sepa que cada año le van a llegar ingenieros buenos”, comentaba el emprendedor tecnológico e inversor, Eneko Knör, en la edición anterior de esta publicación. Aquí, una de las primeras piedras. Se estima que formará a 1.000 expertos digitales en los próximos años.
“La tecnología no entiende de edad, perfil o conocimientos previos, lo realmente importante es la actitud”, Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica.
Requisitos: pista libre
Los requisitos para entrar a 42 Málaga no empachan. De hecho, se pueden resumir en dos: tener más de 18 años y haber superado la prueba de acceso, es decir, la piscina. No se requiere de formación previa. “La mitad de los alumnos provienen del mundo de la informática, pero la tecnología no entiende ni de formación ni edad, solo entiende de actitud”, analiza el director de Innovación Educativa de la Fundación Telefónica.
Más de 3.000 inscritos para el chapuzón
En Málaga, se han seleccionado 210 personas de un total de 3.000 inscripciones previas. El conjunto de este último total tuvo que superar un ejercicio de memoria de diez minutos y un test pensamiento lógico-matemático de dos horas. Los seleccionados fueron citados el 17 de diciembre a las 10:42h para coger plaza en la primera piscina de estas 210 plazas. “Se acabaron en un minuto”, confirma Olivas.
2.400 metros cuadrados en La Tabacalera
La escuela se ubica en un espacio de 2.400 metros cuadrados en el Polo de Contenidos Digitales en la antigua Tabacalera. Las instalaciones, según han confirmado desde la institución promotora, tienen capacidad para 600 alumnos, que podrán asistir cualquier día de la semana a cualquier hora del día para completar los ejercicios con los que adquirirán las competencias deseadas. “Es la primera vez que contamos con la colaboración de las tres instituciones públicas de la zona”, confirma Olivas. Habla de la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga y el propio Ayuntamiento. De hecho, el consistorio malagueño ha sufragado el coste de las obras.
La gamificación: 21 niveles de aprendizaje
El alumno puede acudir cuando quiera a las instalaciones en la Tabacalera y para su formación, al ritmo del consumidor, debe completar un total de 21 niveles de aprendizaje, siete son comunes y partir del 8 es el propio alumno el que elige su especialización. Se trata de una especie de juego en el que va avanzando según consiga superar los diferentes estadios. Todos empiezan aprendiendo una base común, que es un lenguaje de programación C. El alumno debe elegir por dónde y cómo avanzar. De hecho, el lema del equipo pedagógico es ‘Up to you!’ (¡Hazlo por tu cuenta!). “Esta es la esencia de la educación, buscarse la vida”, sentencia. En este sentido, también buscan potenciar las soft skill tan aclamadas hoy en día. Estas son, más allá de los conocimientos técnicos, las referidas a la capacidad de adaptación, de decisión o el manejo de las emociones en altos niveles de frustración o estrés.
Aprendizaje entre pares y autonomía
Otra de las particularidades de este Campus es la búsqueda del aprendizaje entre pares. “Buscamos que el alumno se apoye en el compañero, que conozcan la importancia del trabajo en equipo”, explica el director de Innovación Educativa a Vida Económica. En cualquier caso, el alumnado tiene plena autonomía para completar la formación. ¿Funciona? “Tenemos un 100% de inserción laboral”, afirma Olivas. Eso sí, el alumnado deberá dedicarle muchas horas. “Hablamos de ocho, diez o doce al día”, confirma Olivas.
3 años de formación y prácticas obligatorias
De media, los alumnos del Campus 42 completan en una media de tres años las 21 competencias que le acreditan como programadores. Además, exigen dos prácticas obligatorias. “Normalmente durante los últimos meses los alumnos compaginan el curso con el trabajo porque se suelen quedar en la empresa durante sus prácticas”, aseguran desde la Fundación Telefónica. Las empresas, según esta fuente, son las primeras interesadas en buscar este tipo de perfiles a a través de plataformas como LinkedIn.
Certificado o diagrama competencial
El Campus 42 Málaga no tiene un certificado, sino un diagrama competencial de todo lo que el alumno sabe hacer. Además, se le entrega un porfolio de todo lo que ha desarrollado a lo largo del curso. “A las empresas lo que le interesa es que sepas hacerlo y la metodología de nuestro aprendizaje garantiza que tienes los conocimientos necesarios para adaptarte a nuevos lenguajes ya que es un sector en cambio constante”, explica Olivas. En el caso en que el alumno no complete los 21 niveles de aprendizaje, “podrá decir” — por ejemplo — “soy nivel 15 del Campus 42”, sentencia el director de Innovación Educativa de la Fundación Telefónica.
Iniciativa francesa
El Campus 42 nació hace ocho años en París tras, precisamente, una escasez de perfiles de programadores computaciones ante la alta demanda por parte de las empresas parisinas. Ahora, el proyecto ya está presente en una treintena de países y la Fundación Telefónica se encarga de implantarlo en España y Sao Paulo (Brasil). Su metodología se sitúa en el décimo puesto de las Universidades Mundiales con Impacto Real (WURI, por sus siglas en inglés) por su alto nivel de excelencia en la formación en programación.
La FP, sector clave en la recuperación
El cambio de paradigma en la educación es un hecho. Sobre la mesa, el debate en torno al pensamiento reposado de la Universidad y el pragmatismo de la Formación Profesional. Se necesitan de media tres años para que un plan de estudios en la universidad pública sea aprobado. “No obstante, existe una actitud de mejorar estos plazos por parte de la administración pública”, puntualiza el director de Empleabilidad e Innovación Educativa de Fundación Telefónica, Luis Miguel Olivas. En cualquier caso, 42 Málaga viene a recuperar la “esencia de la educación”, que es principalmente, según la propia entidad promotora del proyecto, aprender a tomar y tomando decisiones. “A diferencia de la universidad, este campus se parece más a la vida real, en la que desde la práctica extraes la teoría y no al revés”, explica.
España, con los deberes hechos
España llega con los deberes hechos a esta revolución digital. Al menos en lo que infraestructura se refiere. Y es que el 90% de la población ya tiene acceso a fibra óptica (en torno al 70% en las zonas rurales). “En este sentido somos más afortunados que otros países, veníamos bien preparados”, puntualiza José Luis Olivas, de la Fundación Telefónica. Entre los retos que expone ahora están el uso de la tecnología de forma transversal y no como fin, la brecha digital por edad y la vocación femenina el sector. “En Málaga, tendremos en la primera piscina un 21% de mujeres”, confirma. Es la cifra más alta de todos los campus de España, pero todavía insuficiente para la entidad.