La huelga de transportistas en Málaga ya está dejando desabastecimientos en los mercados alimenticios, que ven ahora como la flota pesquera sigue amarrada, al menos, hasta mañana, cuando se reúnan con el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas. En cualquier caso, desde Mercamálaga insisten que la situación es de «bastante normalidad», aunque, según ha informado Málaga Hoy, la Asociación de Mayoristas de Pescados de Málaga ha instado al mercado a que le supriman la cuota de alquiler, al orden proporcional de 67 euros diarios.
En el núcleo logístico del interior de la provincia en Antequera, la situación es dispar. Mientras Dcoop confirma que ha tenido que cesar la actividad de hasta 100 empleados en una planta de aceitunas de mesa fuera de la provincia, insiste en que la situación en Antequera es de normalidad. Entre los argumentos está que la localización de la fábrica de Dcoop en el corazón de Andalucía está alejada del centro logístico de la ciudad, en torno Mercadona, donde se están concentrando la mayoría de las protestas, retenciones y piquetes.
De hecho, el centro logístico de este supermercado en Antequera, que abastece a parte de la provincia, está experimentando las primeras faltas de stock, aunque todavía muestran cautela: «El almacén tiene mucha capacidad». En cualquier caso, el principal motivo de este principio de falta de mercancía es que, aunque los envíos a los puntos de venta los realiza principalmente Acotral, empresa que no respalda el paro de transportistas, la mercancía al almacén está gestionada a través de autónomos y pymes.
Los panaderos, preocupados por el reparto de harina
Otra de las más afectadas es Industrias Confiteras Antequeranas (Incoan). «Llevamos sin sacar ni recibir mercancía una semana», confirma el director comercial de este grupo alimentario, Ángel Sancho. «Nuestros transportistas n se pueden desplazar debido a los piquetes», explica. Incoan también ha tenido que paralizar su actividad exportadora a países del este debido al conflicto en Ucrania: «Tenemos un margen de dos meses, si no conseguimos enviar el producto tendremos que enviarlo a bancos de alimentos».
Parecida situación es la que viven los panaderos de la provincia. El proveedor en Málaga de una de las principales fábricas, Villafranquina, tiene casi la totalidad de sus camiones parados. El centro logístico se encuentra en Almargen y, con flota externa e interna, comienzan a tener problemas para suministrar materia prima a los panaderos de la provincia. «Igualmente estamos asfixiados, nuestra producción implica las tres partes que más han subido el precio: luz, gasoil y trigo», lamenta uno de los comerciales de la harinera con sede andaluza en el puerto de Cádiz.
Sin acuerdo entre Gobierno y transportistas
El Gobierno se volvió a reunir ayer con el Comité Nacional de Transporte de Mercancías (CNTM). A pesar de presentar un plan de inversión de hasta 500 millones de euros, no hubo acuerdo entre las principales patronales del transporte nacional al entender estas que la medida es inconcreta. Entre ellas que no está la Plataforma convocante del paro que están secundando los pequeños, medianos y autónomos transportistas del país. Sí está la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), que presume de tener 60.000 vehículos, todas ellas pequeñas y medianas empresas y autónomos, como asociados.
«Un transportista que antes llevaba a su casa 1.500 euros o 2.000, ahora tiene que meter ese dinero en el depósito de combustible para seguir trabajando», comenta su presidente, Julio Villaescusa. De momento, Fenadismer no hace un llamamiento público a la huelga, aunque comparte el malestar y, por ello, ha alertado al Gobierno de que se unirá a la huelga si no hay medidas inminentes y concretas. Voluntad a la que también se ha suscrito la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).