En la aceleración del proceso de digitalización que ha experimentado España tras la crisis sanitaria, Málaga se ha aupado en los vagones delanteros. “Nuestra misma ubicación está cambiando, aquí al lado se instalará Google y enfrente se está construyendo una dársena de megayates”. Habla el director de iMC WorldWide, José de la Maza, en el número 8 del Paseo de la Farola. Este malagueño está al mando una multinacional de origen local y capital inglés. “Empezamos mi hermano y yo en 2014 con Aninver y este grupo internacional nos adquirió en 2019”.
Justo antes de la pandemia.
La sostenibilidad y la digitalización siempre han formado parte de nuestra cartera de servicios. Es ahora cuando no hay ningún proyecto en el que no requieras estas variables de digitalización, sostenibilidad y las famosas ESG [gobierno ambiental, social y corporativo, en sus siglas en inglés].
Los intangibles son los protagonistas de su trabajo, ¿no?
Trabajamos con los financiadores de los proyectos. Nos encargan los estudios para ver cómo se estructura y analizar cuál es su forma más óptima de éxito. Sí, estamos en la primera etapa, la de pensar y analizar.
¿Me puede dar un ejemplo práctico?
A nivel local trabajamos muchísimo con turismo y hotelería. Recientemente hemos hecho un estudio de reposicionamiento para un hotel de Marbella para aumentar su categoría o el reposicionamiento de un hotel a un complejo de apartamentos turísticos. Proporcionamos información sobre dónde tiene sentido invertir y qué rentabilidad se espera de esa inversión. ¿Cómo me reposiciono comercialmente? Nos encargamos de dar respuesta a esa pregunta.
“Nos encargamos de la primera etapa, de pensar y analizar qué se puede hacer de forma realista y tangible”
En el plano internacional, ¿dónde trabajan?
Le cuento un caso de éxito en África. Hace cinco años comenzamos a trabajar con el Banco Africano de Desarrollo en un proyecto para formar pequeños emprendedores del sector de la moda en África. Creamos una plataforma para darle visibilidad a estos pequeños creadores. Lo más llamativo es construir una carretera o una central eléctrica, pero hay mucho que hacer en estos proyectos de apoyo a pequeños emprendedores. Eso también lo necesita el continente para salir de la pobreza. Ahora también estamos negociando una propuesta con Netflix para crear una plataforma digital para apoyar el cine africano.
¿Con Netflix?
Sí. Nos han encargado un estudio para ver cómo crear incentivos en los pequeños emprendedores del cine y la televisión africana. Como dar a conocer sus producciones y establecer contactos. Países como Ruanda o Malawi son muy creativos, pero necesitan darse a conocer. Al otro lado del charco, estamos haciendo un estudio para el Banco Interamericano de Desarrollo en Ecuador, Bolivia, Argentina y Costa Rica, con una empresa malagueña especializada en energía, Bettergy. Y en Jamaica, donde estamos haciendo una formación para pequeños negocios de ecoturismo.
¿Y qué más se puede hacer en Málaga?
Aparte de turismo e infraestructuras tenemos interés en otros sectores como el agroalimentario o la energía. Podemos ayudar en su proceso de crecimiento, profesionalización y mejorar la gestión. También pensamos que es muy interesante apoyarles en su trabajo en el extranjero para la exportación de sus productos.
Necesitará un equipo transversal.
Esta es una filial de Londres, pero tiene total autonomía económica y operativa. En la oficina de Málaga somos 18 trabajadores. Es un equipo multidisciplinar: ingenieros de caminos, arquitectos técnicos, economistas, traductores, programadores… En el extranjero, trabajamos con expertos independientes. En total, sumamos algo más de una treintena en una docena de países.