SAMUEL RUIZ | La agricultura malagueña solo ha incrementado su facturación con respecto al año pasado un 0,9%. Un aumento que, según la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) no repercute en los beneficios debido a diferentes factores. “La situación es dramática”, aseguran. La acusada sequía que sufre la provincia y el incremento de los costes de producción son los principales argumentos que el presidente de ASAJA de Málaga, Baldomero Bellido, ha esgrimido en la presentación del balance anual. “Seguimos casi con los mismos problemas que cuando abandonamos las movilizaciones por la pandemia”, asegura. Por ello, reanudarán los manifestaciones a partir de enero. Una ya tiene fecha: el 20 en Sevilla ¿Por qué?
Fenómenos naturales
La provincia de Málaga sufre una de las mayores sequías de los últimos años. “Cuando ha venido lluvia lo hacía en forma de granizo por lo cual ha dañado los cultivos”, lamenta Bellido. En este contexto, los tropicales de la Axarquia siguen en el punto de mira. “De momento no va a haber restricciones”, asegura el presidente de ASAJA en Málaga. Desde ASAJA, denuncian que no se han realizado las actuaciones pertinentes para bajar la presión de embalses como el de la Viñuela, que experimenta su nivel más bajo en los últimos 13 años. “La falta de infraestructuras de mejora y abastecimiento hídrico ha sido casi nula hasta la fecha”, denuncia el presidente de la asociación, quien ya adelanta que el nuevo plan hídrico no estará este año, cuando se esperaba. “Estamos inmersos en el periodo de alegaciones, que termina en marzo del año que viene”.
La falta de agua va a azotar especialmente a la producción de aceite de oliva. “La situación de sequía es tan extrema que la cosecha va a ser más corta incluso del año pasado, cuando se rozaron los 55 millones de kilos”, analiza Bellido. La previsiones para este año eran más optimistas y vaticinaban casi 70 millones de kilos. La parte positiva, según ASAJA, es que el aceite de oliva ha revalorizado su precio, que “era ruinoso”. En cualquier caso, algunos agricultores incluso no están recogiendo la cosecha: “No le es rentable por la poca cantidad”.
Otro de los obstáculos naturales que ha mermado la producción malagueña, aunque en menor medida, es el incendio que devoró más de 8.000 hectáreas en Sierra Bermeja. Allí, en el Valle del Genal, según ASAJA solo afectó a 160 hectáreas de Castaño. “Demandamos y reivindicamos la ganadería para el control y el mantenimiento del pasto y la superficie arbolada, que ayudó a frenar el avance del fuego”, asegura. Del mismo modo, durante la misma presentación instó a las autoridades competentes a la repoblación del suelo calcinado.
Aumento en los costes de producción
El aumento progresivo de la materia prima es uno de los principales motivos por los que los agricultores y ganaderos saldrán a las calles a partir de enero. “Los incrementos de costes en los últimos meses han sido desmesurados”, reiteran. Por capítulos, el aumento de la energía ha sido del 270%; el de los plásticos, del 40%; el de los piensos, del 30%, y el de los fertilizantes de hasta el 230%. A estos valores se les une la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la subida del ICP de casi el 6% que repercutirá en la renovación del convenio del campo el año que viene.
Todos estos costes de producción pasas directamente al producto. Por poner un ejemplo, la subida el trigo duro que se recogió en julio tenía un valor de 280 euros la tonelada; ahora, ronda los 530 euros. Así, la adquisición de pienso es más cara par los ganaderos, que no pueden hacer más que subir los precios con el objetivo de no trabajar en pérdidas. De hecho, según el presidente de ASAJA, muchos ganadores ya trabajaban a beneficio 0. “La facturación de cereales incrementó un 5%, pero poco dura la alegría porque se incrementan los costes; aunque la facturación haya subido, el beneficio es nulo”, sentencia Santiago Sánchez, técnico de ASAJA Málaga.
Competencia
El siguiente argumento es la competencia. Según el responsable de frutas y hortalizas de ASAJA en Málaga, Benjamín Jaulí, existe una competencia “brutal” de países de la Unión Europea, como Holanda, y desde Marruecos. “Trabajan con salarios que no podemos competir”, denuncia sobre este último quien también recuerda la producción en invernaderos a partir de geotermia de Países Bajos. “Esta competencia hace que la rentabilidad y los precios no alcancen los mínimos para cubrir costos”, asegura Jaulí al tiempo que lamenta el poco efecto que considera ha tenido la ley de la cadena alimentaria.
Política Agraria Común
El campo malagueño ya ha denunciado en varias ocasiones que será uno de los más damnificados en la convergencia acelerada que la Política Agraria Común (PAC) viene a aplicar en España en los próximos años. Ahora, según ASAJA, uno de los principales sectores que puede sufrir más es el de los cereales. “Ten en cuenta que sufrirán pérdidas de un 30%, que es el mismo porcentaje de ingresos que proviene de esta ayuda europea”, refleja Sánchez. La nueva PAC llega con más requisitos, obligaciones y un descenso económico debido a la reordenación de las regiones agronómicas.
Los mayores descensos
La producción y comercialización de la castaña de la Serranía de Ronda ha sido un año más un desastre “sin paliativos”. Esta situación viene desarrollándose desde 2019 con descensos de producción y de precios. La facturación y producción de los agricultores del Valle del Genal ha descendido “prácticamente” a la mitad. Quien sí está resistiendo con más resiliencia es el viñedo, que con la reapertura de bares y restaurantes ha mantenido su facturación.
A los datos negativos, se une al limón en la producción de cítricos. “Nos está preocupando mucho porque es uno de los productos más importantes de la provincia”, afirma Jaulí. El otro, el de la patata, experimenta su menor facturación desde 2009 debido a la baja rentabilidad de este productos. “Muchos deciden pasarse a cultivos tropicales”, asegura el responsable de frutas y hortalizas de ASAJA. Con todo, el producto estrella de la provincia sigue siendo el tomate, que representa el 28% de la facturación del cultivo de hortalizas en la provincia.
El ibérico también echa el freno
El porcino ibérico sigue con descensos. Este año su facturación ha disminuido en un 12% respecto a 2020 a causa del descenso de la cabaña y el número de explotaciones. La apertura del canal HORECA ha aumentado el precio, pero no la facturación, según indican desde ASAJA. Al este descenso se unen la carne de chivo, en caída desde 2014, que suma otro 6% que se añade al 8% que ya descendió el año pasado con respecto a 2019.
Los que sí han incrementado la facturación ha sido la ganadería avícola y la de porcino blanco, e un 15% y 6% respectivamente. La última, representa el 40% de la facturación total de la ganadería malagueña. Con todo, la radiografía es idéntica: en el caso ganadero, en Málaga la facturación se incrementó en 2021 en un 2,5%, pero la rentabilidad es “cada vez” menor debido a, principalmente, el incremento de los costes.