La ocupación de los hoteles en Málaga no remonta. A pesar de la flexibilización de las restricciones para viajar del gobierno británico, la provincia se estanca en una previsión de ocupación hotelera en julio del 62%. Se trata de solo cuatro puntos porcentuales más que en la primera previsión. “No ha habido la incidencia británica esperada”, cuenta a esta revista el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Javier Hernández.
Los principales datos que revelan la ralentización de la activación del turismo británico son los de municipios como Fuengirola, Torremolinos o Benalmádena, muy dependientes de este perfil turístico. Sus niveles de ocupación son del 47%, 59% y 68%, respectivamente. “Es bajo para lo habitual en estas fechas”, sentencian desde Aehcos.
Otros municipios de la provincia más diversificados en la recepción de mercados experimentan un mejor comportamiento. Casos como los de Málaga capital (77%) o Nerja (76%). “Estos datos dejan cierto sabor agridulce ya que los números reflejan que la ocupación no remonta como esperábamos en el sector”, lamenta el presidente de la entidad, José Luque.
La previsión para el mes de agosto también se sitúa en datos idénticos. “Somos prudentes, todavía estamos muy bajos respecto a las cifras de 2019, que es nuestro año de referencia”, prosigue Hernández. En cualquier caso, el dato esperanzado es que ya solo el 6,4% de los hoteles de la provincia quedan por abrir. En valores absolutos, esto se traduce en una veintena.
Nuevas variables para medir las restricciones
Desde Aehcos siguen reclamando que se cambie la variable principal por la que se determinan las restricciones. Así, una vez avanzado el nivel de vacunación, aconsejan que se ponga el foco en las tasas de hospitalización y no en la incidencia acumulada. En este sentido, la Junta de Andalucía ya plantea cambiar la métrica.
“Al aumentar de manera notable la llegada de turistas, los expertos creen que el índice que se utiliza no refleja con rigurosidad la situación sanitaria real”, aseguran desde Aehcos. Y es que la población flotante en algunos municipios llega a duplicar e incluso triplicar a la población residente. Son los casos de Marbella o Torremolinos.