CaixaBank y la Representación Legal de los Trabajadores (RLT) han alcanzado un acuerdo para el proceso de reestructuración de la entidad. Supondrá una salida de 6.452 trabajadores, el 14,5% de la plantilla total del banco. Son 1.839 despidos menos que la propuesta inicial. La reorganización nace después de la fusión de esta entidad con Bankia. De hecho, uno de los principales argumentos de la compañía para acometer estos despidos es la resolución de duplicidades además de «ajustar la dimensión de la organización a las circunstancias actuales del mercado».
La decisión final se ha tomado tras más de dos meses y medio de negociaciones. En el mismo acuerdo se incorporan medidas de flexibilidad y movilidad. Asimismo, todos los empleados que abandonen la entidad y quieran mantenerse en el mercado laboral podrán acogerse a un plan de recolocación elaborado en colaboración con Lee Hecht Harrison. Se trata de una empresa especialista en proyectos de transición profesional y desarrollo del talento.
Del total de 6.452 salidas establecidas en el acuerdo, que se producirán de manera voluntaria, 4.902 (el 75,97%) corresponden a la red comercial y 1.550 (el 24,93%), a los servicios centrales y estructuras intermedias. De esta forma, según la compañía, se facilitará la redimensión de la estructura de la entidad, La reorganización de la red que supondrá la integración de 1.500 oficinas.
En el caso de que, aplicado todo el protocolo (voluntariedad y movilidad geográfica y funcional), quedaran algunas posiciones pendientes de resolver, una comisión interna de seguimiento estudiaría, caso por caso, qué medidas de flexibilidad interna podrían aplicarse. Además, se ha establecido un total de 708 recolocaciones en empresas filiales del Grupo CaixaBank. Las personas que se recoloquen en una filial, lo harán mediante la fórmula de excedencia especial de grupo regulada en CaixaBank y tendrán opción de volver al banco, si así lo desean, transcurrido un plazo de cinco años.