J.A.GÓMEZ/Afincada en la localidad de Vélez-Málaga -en pleno corazón de la Axarquía– exporta aguacates, mangos y papayas a 25 países, principalmente de Europa. Al frente se encuentra Javier Fernández (Bélgica, 1968), un directivo que ha hecho crecer sin parar a esta firma desde que llegara en 2014. Conseguir el máximo equilibrio en cada uno de los departamentos, el contacto estrecho con los productores y la diversificación, han sido sus principales mandamientos desde entonces para alzar al subtropical malagueño.
¿Cómo se ha comportado Tropical Millenium durante 2020?, ¿en qué número de kilos de aguacate y mango estáis?, ¿ha sido una buena cosecha?
En 2020, comercializamos unos 13 millones de kilos de aguacate, lo que representa una subida del 8% respecto a la anterior campaña, y unos 6 millones de mangos, cifra que no ha variado mucho. A esto, hay que añadir 800.000 kilos de papaya y unos 200.000 de pitaya. La primera ha repuntado un 60%, mientras la segunda ha duplicado sus ventas respecto al ejercicio anterior. Si me pregunta por la facturación, pues hemos subido un 12% en general, gracias, principalmente, a los mercados de Europa que compran a mejores precios.
«La falta recurrente de agua es una espada de Damocles que pende sobre los cultivos»
¿De qué modo ha evolucionado el mercado doméstico?
España ha mejorado su demanda, sin duda. Hace siete años el consumo per cápita rondaba el medio kilo de aguacate y ahora ronda el 1,1 kilo por habitante. No obstante, fuera de nuestro país hay un mayor apego a la calidad y a la procedencia. Y el fruto español se paga mejor porque tiene un mejor sabor. Además, no se trata de un cultivo intensivo sino artesanal.
¿Cómo compiten frente a exportadores procedentes de otros países como Chile, Perú o México?
La fruta procedente de la Axarquía no se puede comparar con un mango o un aguacate que pasa 25 días en las cámaras frigoríficas de un barco antes de alcanzar Europa. Buscamos satisfacer al cliente. Por este motivo vendemos una fruta con sabor y en su punto perfecto de maduración. Dicho de otro modo, la calidad y la sostenibilidad pasan, necesariamente, por la proximidad. Y ahí jugamos con ventaja pues somos la ‘huerta de Europa’. Incluso la mejor fruta va perdiendo calidad conforme pasan los días.
«El proyecto de Tropical Miranda en Burgos comenzará a funcionar a partir de junio»
Si no hay problemas logísticos, ¿en qué plazo pueden estar vuestros productos, por ejemplo, en un lineal de Alemania?
Si la cadena de supermercados es eficiente y hace bien su trabajo, hablamos de cinco días, no mucho más, desde que sale de las instalaciones de Tropical Millenium en Vélez-Málaga. Nuestra filosofía es acortar al máximo los tiempos de stock en los productos pues creemos que la calidad radica, necesariamente, ahí. Por este motivo, preferimos no tener mucha superficie de almacenaje.
¿Además de mangos y aguacates, también habéis incluido como nueva fruta exótica a la pitaya?
La pitaya es relativamente novedosa. Llevamos unos dos años comercializándola. En realidad, fue por petición de un cliente. Y se vende, sobre todo, en España. Considero que esta fruta exótica puede crecer fácilmente. No obstante, necesita de un conocimiento varietal alto. Todavía no se cultiva en Málaga pero parece que se adaptará bien a nuestro entorno geoclimático. Cuando termina la temporada del mango y el aguacate en la Axarquía, debemos recurrir a la importación de terceros. Es lógico porque Europa no frena su demanda en todo el año.
«Fuera de nuestro país, hay un mayor apego a la calidad y a la procedencia de la fruta»
¿Y qué tiene la pitaya para ser tan saludable?
Hay dos variedades que comercializamos, la roja y la amarilla. Ésta última presenta un alto contenido en vitamina C. En general, la pitaya es una fuente ideal de potasio y magnesio y es rica en vitaminas del grupo B. Por lo general, es un potente antioxidante, sirve para regular la presión arterial, la glucosa y la flora intestinal. También mejora el metabolismo. La alta presencia de fibra hace que mitiguen el estreñimiento y reduzcan el colesterol.
¿El boom de tropicales ha estimulado su cultivo en otras zonas?
Efectivamente. El mapa está cambiando y ya se cultiva en Valencia, Cádiz, Huelva y Portugal.
Vista las cifras anteriores, el Covid no ha hecho mella en Tropical Millenium. Podéis sentiros afortunados, ¿verdad?, ¿qué factores han determinado que el negocio continúe al alza y arroje cifras positivas?
El Covid ha cambiado un poco el esquema del comercio en Europa, nuestro principal cliente. Ha modificado las ventas, los pedidos, la comunicación, la logística, etc.
Previamente a la pandemia, ya tomaba cuerpo una tendencia healthy que ponía el acento en seguir una dieta saludable y basada en aumentar el consumo de frutas y verduras. El Covid ha acelerado toda esta corriente de pensamiento. En realidad, durante todo este periodo los consumidores han empezado a hacer deporte, a comer bien, a cuidarse más, incluso a pasear más que antes. Pienso que esta estrategia de hacer cosas positivas busca compensar todo ese conjunto de elementos negativos que nos ha traído la pandemia. Me refiero a todas esas noticias desalentadoras, los contagios, la pérdida de movilidad, la imposibilidad de ver a los familiares, etc. Y nuestros productos, que son frutas, se han beneficiado de esta confluencia de factores.
«El Covid ha cambiado el esquema del comercio en Europa»
¿Y cómo surge la aventura de Tropical Miranda en Burgos?
Hemos llegado a un acuerdo con Vesubius Ibérica para reutilizar su planta en la pedanía de Bayas, muy cerca de Miranda de Ebro (Burgos). Necesitábamos una ubicación de proximidad para surtir a los supermercados de una importante cadena en la zona norte. Tenga en cuenta que el aguacate es una fruta que no madura en el árbol por lo que, cuanto más cerca estés del consumidor, más calidad puedes darle. Esperamos que empiece a funcionar en el mes de junio.
Otra novedad es vuestra colaboración con The Avocado Show, una cadena de restaurantes europea en la que el aguacate es el ingrediente principal…
Es un nuevo proyecto basado en el valor que nuestro aguacate aporta al consumidor. Intentamos estar presentes donde puedan valorar realmente el trabajo que haces. Es decir, desde que el producto sale del campo hasta que llega a la mesa. The Avocado Show es una franquicia internacional de restaurantes y constituye el cliente más exigente que puedas encontrar. Es un proyecto muy diferente a lo que veníamos haciendo. Al final, supone todo un reto.
La falta crónica de agua sigue siendo una amenaza para los agricultores de Málaga y la Axarquía, ¿no es verdad?
Desde luego. Es una espada de Damocles que pende sobre nuestras cabezas. Siempre hay un déficit en los recursos hídricos de la zona. Cuando todo pinta peor, las lluvias nos dan una tregua para seguir vivos un tiempo más. El año que no haya lluvias regulares, será un verdadero problema. Hay algún proyecto importante de trasvase aprobado pero no se ha hecho nada todavía, aunque prefiero no entrar porque parece que detrás hay cuestiones políticas.
¿Habéis realizado alguna inversión en equipos o ampliación de instalaciones en 2020 y durante el primer trimestre de este año?
Se remodela constantemente todo el material productivo y se actualizan las líneas de envasado. Renovamos lo que tenemos. Hay un proyecto todavía en fase muy inicial para una futura ampliación aunque más a largo plazo que otra cosa.
«Existía una tendencia saludable para consumir más fruta y verdura que la Covid ha acelerado»
Del total de su facturación, el 70% procede de ventas internacionales, ¿os sentís seguros con esta cifra o buscáis un mayor equilibrio en esta cuota?
Europa es un destino fundamental para nuestras exportaciones. No existe un mercado tractor. Crecemos por igual, y de manera significativa, en Francia, Alemania, Suiza, Países Bajos o Reino Unido. Cada mercado importa una cosa distinta que es complementaria. Hoy por hoy, tenemos presencia en unos 25 países.
El aguacate tiene, ahora mismo, el viento a favor por lo que debemos avanzar ordenadamente. ¿Esto implicaría entrar en nuevos países? Pues la respuesta es que sí.
¿Y en que os ha afectado el Brexit?
Nos ha complicado un poco el tema administrativo pero nada más. De todos modos, creo que se va a tornar más difícil. Me explico. Ahora que Reino Unido ya no tiene dependencia de Europa, la divisa va a ser más volátil frente al euro. Esto generará una mayor incertidumbre en los precios y, a todo eso, súmele el Covid.
¿Hacia dónde queréis caminar?, ¿cuál es vuestro plan estratégico para los próximos años?
El objetivo de Tropical Millenium es evitar poner todo en un país o mercado. Debemos diversificar nuestra cartera de productos. Hay que estar en el mayor número de canales posibles para, de esta manera, minimizar los riesgos. Nuestra meta es seguir creciendo porque el mercado continúa en expansión y avanzar en cuotas de mercado. Y, por supuesto, no depender de clientes demasiado mayoritarios.
Un belga con el ‘corazón partío’
Javier Fernández es oriundo de Bruselas (Bélgica) aunque es hijo de españoles. Estudia Economía en la Universidad Católica de Lovaina. De su país de origen, hereda una mentalidad más
estructurada, una cultura del orden así como “una visión” como él mismo dice y, un poco en broma, “más cuadriculada de la realidad y de la empresa”. Realiza un Erasmus en Granada y se enamora de la cultura y la vida mediterránea. Sus inicios tienen lugar en una filial de Carrefour (por entonces Continente), aunque su bautismo de fuego en el sector hortofrutícola llega en 1999 con Grupo Royal (Sevilla). Lo ‘agro’ le atrae, inmediatamente, porque “mantiene el lado humano del que carece la industria” y un “contacto estrecho” con clientes, proveedores y empresas logísticas. “En realidad, el campo tiene muchos imponderables y condicionantes que, en mi caso, resultan apasionantes”. Luego pasa 14 años en Frutas Montosa antes de aterrizar en 2014 en Tropical Millenium.
En busca del equilibrio
Fernández considera que ha proporcionado a los equipos de trabajo “una visión distinta” y que ha contribuido al crecimiento de la empresa. No obstante, deja claro que “esto no es cosa de uno solo pues necesitas un equipo solvente”. De hecho, señala como clave del éxito “el equilibrio” de todas las áreas que componen el negocio de Tropical Millenium. “El financiero, el área de marketing, ventas, administración, los equipos de envasado, etc.”
En su tiempo libre, el directivo disfruta de su gran afición, el deporte. “Hago mucho. Lo necesito”. El tenis es su disciplina favorita “porque es muy exigente”, sostiene. Es un jugador más físico que técnico aunque eso poco le importa. Lo que verdaderamente le apasiona es el hecho de estar “muy concentrado” pues “el tenis implica elecciones inteligentes y mucho trabajo mental”. “Por ejemplo, a la hora de devolver una bola, sacar, arriesgar o simplemente engañar al contrario”.