La Federación de Empresarios de Hostelería (‘Horeca’) entiende que las nuevas restricciones de la Junta de Andalucía suponen «una persecución inaceptable» a los trabajadores del sector. «Los nuevos recortes horarios impuestos y, sobre todo, la falta de ayudas económicas concretas suponen una condena», afirman desde la asociación, desde donde ven «incomprensibles» las nuevas medidas del ejecutivo andaluz.
Ante esta situación, la Federación Horeca ha convocado para el próximo jueves 12 de noviembre movilizaciones en toda Andalucía. La hostelería soporta casi el 10% del PIB de la región y afrontar un futuro incierto. En concreto, los establecimientos estarán obligados a cerrar a las seis de la tarde menos en Granada, donde ni si quiera podrán abrir. «Se está dejando morir a la hostelería en una actitud negligente», consideran desde ‘Horeca’.
Según un estudio de ‘Juntos por la Hostelería’, en estos establecimientos solo se han registrado el 3,5% de los contagios totales en España. En cualquier caso, desde la federación insisten en que las restricciones se deben acompañar de ayudas. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ya ha anunciado que se están estudiando, pero siguen sin materializarse.
«La patronal se siente engañada y quiere transmitir la enorme indignación creciente entre los empleados y empresarios del sector, en lo que se considera una tomadura de pelo constante mientras aumenta la afectación económica general», sentencian. Desde ‘Horeca’ aseguran que no han recibido ninguna notificación oficial para trabajar en las medidas de rescate e interpretan que la Junta ha tomado esta decisión «sin ninguna base científica».
Reuniones privadas
La Federación ‘Horeca‘ no concibe que se adelante el cierre de la hostelería sin un confinamiento domiciliario o que no venga este cierre acompañado de un toque de queda más temprano. «Sin esta restricción continuarán las reuniones privadas, foco real de los contagios. Culpar a la hostelería es desplegar una cortina de humo para ocultar la incapacidad de controlar las actividades y los lugares en los que sí se registran una gran mayoría de las infecciones», consideran.
En este sentido, consideran que las cuatro horas de diferencia entre el cierre de la hostelería y el toque de queda podría proliferar las reuniones privadas no controladas y, con ellas, los contagios. De hecho, Madrid sigue bajando en contagios a pesar de haber tenido el toque de queda hasta medianoche. No obstante, en Cataluña la hostelería lleva cerrada algo más de tres semanas y su curva de contagios también está retrocediendo.