El pasado mes de marzo nos ha dejado unos datos de inflación históricos en la zona euro, llegando a niveles del 7,4%. Algo mayor ha sido el dato para la economía española, llegando incluso al 9,8%. En el caso de Estados Unidos se eleva hasta el 8,5%.
Pese a estos elevados datos de inflación, no todas las economías están reaccionando de igual modo. Mientras que la FED subía 25 puntos los tipos a mediados de marzo y anticipaba más subidas durante el año, en Europa, el BCE parecía tener menos prisa.
Esto se debe a que la inflación en Europa y en Estados Unidos tiene componentes diferentes. En Europa el impacto viene marcado casi en un 70% por el incremento del precio de la energía, consecuencia directa de la guerra en Ucrania. Pese a todo, Lagarde dejó, en su última comparecencia, la puerta abierta a una subida de tipos en julio.
Esta situación nos plantea un escenario de subidas de tipos de interés. Según estimaciones de AFI, la FED cerraría 2022 con los tipos en el 2,125%, y 2023 en el 2,625%. En la eurozona cerraríamos este año en el 0,50% y para junio entorno al 1%.
Un aspecto para considerar en las carteras ante subidas de tipos es el impacto que tiene directamente en la Renta Fija. El fin del programa de compra de bonos unido a las subidas de tipos llevará a la caída de los títulos de Renta fija, que tradicionalmente componen las carteras de los clientes más conservadores.
Los perfiles más conservadores deben extremar la precaución en este entorno, eligiendo duraciones más cortas en las carteras de Renta Fija, y quizás valorar que una cartera bien diversificada puede ser incluso más conservadora que el exceso de concentración sobre un mismo activo.
Juan José Aguilar
Banquero Privado Director en Centro de banca privada en Málaga, Andbank España.