Un primer balance realizado por la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) ha situado el volumen de facturación alcanzado durante la Semana Santa un 15% por debajo de la última que se celebró de manera normalizada, la de 2019. Tras dos años sin esta festividad debido al parón provocado por la pandemia de coronavirus, desde Mahos han valorado que la Semana Santa se haya podido celebrar y que haya seguido las previsiones esperadas.
Mahos alude también a la ordenanza municipal de reducción de las terrazas de los locales ubicados en el Centro Histórico, una medida extraordinaria recogida en el Plan de Seguridad por la Semana Santa. Según el presidente de la asociación, Javier Frutos, esta reducción, que el Ayuntamiento acordó ampliar el sábado previo al Domingo de Ramos, les afectó «mucho la hora de facturar”.
No obstante, Frutos asegura que, a pesar de que la facturación no ha alcanzado los niveles prepandémicos esta Semana Santa, se produjo un repunte en su segunda parte. Las buenas condiciones meteorológicas de los últimos días de la Semana de Pasión permitió a los hosteleros «subir algunos puntos, sobre todo por el incremento en el alojamiento», señala Frutos. En este sentido, la ocupación media en la provincia, según la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha sido del 75,8%.
«A partir del Miércoles Santo, la ocupación media subió al 80,6%», explica el vicepresidente de la patronal hotelera, Javier Hernández. La procedencia, finalmente, se ha repartido prácticamente a partes iguales y el 50% de las pernoctaciones la ha protagonizado el turista nacional. «Nuestro balance es bueno, aunque respecto a 2019 todavía estamos unos 12 puntos porcentuales por debajo y hay que tener en cuenta que la rentabilidad ha bajado por el incremento de los costes energéticos y materias primas y la inflación», asegura Hernández.