La Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) lleva desde Navidad solicitando un Plan de Seguridad que, finalmente, llegó el pasado miércoles 6 de marzo, pero con un 50% más de reducción de terrazas que en 2019. Esta medida afecta a los 300 negocios que se encuentran alrededor del recorrido de la Semana Santa en Málaga. El presidente de Mahos, Javier Frutos, alega que se trata de «una aberración» que el Ayuntamiento está haciendo con la hostelería.
Tras dos años de pandemia, el sector hostelero ha resultado ser el más perjudicado. La Semana Santa se posiciona como el primer gran evento, después de la crisis del covid, en la que los hosteleros pueden facturar «casi con normalidad». Frutos argumenta que desde el sector siempre se ha colaborado atendiendo a los cambios de recorrido y el debido levantamiento de mesas. La problemática se centra en aquellas calles en las que no pasan tronos pero «se quieren levantar mesas basándose en un informe que aún está elaborándose».
«Estamos a Viernes de Dolores y el informe todavía no está cerrado, pero aún así se levantan las terrazas. Creo que es una falta de respeto para un sector productivo tan importante en la ciudad», ha añadido. Frutos afirma que la situación es mucho más grave de lo que se presenta: «El domingo tenemos personal contratado que no sabemos si va a ser necesario porque no sabemos si vamos a tener terrazas disponibles para ello».
Los hosteleros llevan tres semanas de previsiones en cuanto a compras, elaboración de productos y la contratación de personal para Semana Santa. Ahora, cuando apenas faltan unos días para el inicio de la temporada alta, se encuentran ante la situación de que todo el personal contratado «les sobra». De este modo, Frutos explica que está afectando a muchísimas personas, «que no sabemos que hacer con ellos ni con la materia comprada». Considera la situación como «un agravante más para el sector después de la nueva reforma laboral y el tema de la inflación».
Ante la desesperada situación, Mahos va a presentar un escrito en el que se justifique la reducción de terrazas, puesto que entienden que «desde 2019 a 2022 no hay ningún tipo de cambio que lo justifique». Además, pretenden mantener cuanto antes una reunión con el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para encontrar una solución.