La apuesta de Málaga por la investigación, el desarrollo y la innovación puede tener un efecto mucho más positivo al inicialmente previsto gracias al desarrollo de la tecnología y al carácter cosmopolita, creativo y abierto de la sociedad malagueña.
A lo largo de los últimos años, en muchas partes de la provincia de Málaga, se han puesto en marcha iniciativas que han fomentado la innovación y la adopción de nuevas tecnologías. La capital de la provincia es un ejemplo claro. Este hecho está permitiendo mejorar el funcionamiento de las ciudades, ofrecer una nueva experiencia al ciudadano y al visitante y crear oportunidades de negocio.
Por otro lado, se ha producido un proceso gradual de consenso y de apoyo mutuo por parte de las entidades públicas y privadas para impulsar este tipo de iniciativas, conscientes de sus efectos beneficiosos.
Adicionalmente, en el ámbito de la creatividad y de la promoción de la cultura se han realizado esfuerzos y avances muy considerables, siendo la industria de contenidos digitales, el cine y el teatro y la actividad publicitaria focos de crecimiento.
Como resultado de lo anterior, existe un marcado interés por parte de inversores extranjeros, con referencias relevantes recientemente, y por algunas empresas locales en desarrollar proyectos relacionados con la tecnología y con la innovación.
En el año 1985, el economista Michael Porter plasmó la cadena de valor de la producción, constituida por las etapas previas a la fabricación, la fabricación y las etapas posteriores. Los análisis que se realizaron en ese momento concluían que los diferentes procesos aportaban un valor añadido similar por lo que la curva del valor añadido era bastante plana.
Los avances que se han producido en las tecnologías de la información y de las comunicaciones y la llegada de la nueva revolución tecnológica, basada en los avances en la computación, la robotización y la inteligencia artificial han modificado el valor añadido que genera cada parte de la cadena. Así, se ha incrementado en las etapas previas a la fabricación y en los procesos posteriores a ésta. Como resultado de ello, la curva ha tomado una forma de sonrisa, más elevada en los extremos que en el centro, donde se sitúa la fase de fabricación. Este hecho fue planteado en 1992 por Stan Shih, fundador del fabricante de ordenadores Acer. Con posterioridad, varios economistas como Baldwin, Dedrick y Kramer han profundizado en el análisis.
Teniendo en cuenta lo anterior, creo que este es un buen momento para poner de relieve las posibilidades que ofrecen las actividades previas a la fabricación de los productos y servicios y las que tienen lugar tras su puesta en el mercado.
Por lo que se refiere al momento anterior a la fabricación, me estoy refiriendo a los procesos de investigación y desarrollo, a plasmar esos procesos en innovación, al diseño y a la dinámica del aprovisionamiento de bienes intermedios. Por su parte, a la hora de ofrecer bienes y servicios en el mercado es trascendental contar con una buena logística, una sólida estrategia de ventas y de publicidad y un excelente servicio postventa.
Tal y como se ha descrito, las fortalezas que ofrece la provincia de Málaga en muchos de estos ámbitos en la actualidad y el potencial que tiene para el futuro debería ser aprovechado. Todavía queda camino por recorrer y será preciso realizar ajustes en el modelo conforme se avance tecnológica y regionalmente, para lo cual la participación de las instituciones, de las empresas y de la ciudadanía será clave.
Rafael Fuentes Candau
Director Provincial de Comercio y de ICEX