¿Existe un procedimiento estándar en la gestión de los recursos humanos de una franquicia?
Cada franquicia es un mundo. En McDonald’s sí que hay una estrategia de recursos humanos, pero yo no sé en todas las franquicias hay establecida una normativa concreta. Esa estrategia de recursos humanos tiene que ir perfectamente consonante con la estrategia general de la empresa. Hay una cultura empresarial, hay una estrategia empresarial y es ahí donde se enmarca la estrategia de los recursos humanos. Independientemente de que cada franquiciado en su establecimiento desarrolle de una forma o de otra esta estrategia.
En empresas de alta rotación, ¿cómo se motiva a los trabajadores?
Nosotros no tenemos una alta rotación. En periodos puntuales más estacionales recurrimos a contratos de refuerzo, pero la mayor parte de la plantilla es fija. Aun así, la rotación es un problema dentro de la empresa. Creo que la mayoría de las empresas les gustaría tener un empleado que una vez que se forma y está integrado, se mantenga mucho tiempo en la plantilla porque la rotación cuesta dinero. Entonces, creo que lo suyo es fidelizar al empleado y que se quede contigo.
¿Qué papel juega la formación en una franquicia de restauración?
Un papel fundamental. La formación tiene que ser continua. Tú cuando entras a formar parte de una empresa, sueles tener una formación inicial para “acoplarte” al equipo. Es fundamental que esa formación sea continuada y que la formación vaya tanto al desarrollo profesional como al desarrollo personal. Hay una parte importante en una persona que no es solamente el desarrollo intelectual, sino también el desarrollo social o emocional. Dentro de las empresas también tenemos que asumir esa responsabilidad total de las personas.
Con su experiencia, ¿qué consejos daría en la gestión de los recursos humanos?
Para ser un buen profesional, sobre todo, un buen profesional de los recursos humanos, tienes que ser una buena persona. Porque tú te vas a dirigir a personas y vas a desarrollar a personas. Aparte, tenemos que conocer a nuestros empleados. Que haya una relación abierta entre el empleado y el que dirige al empleado. Tiene que haber una comunicación abierta, de ida y vuelta. No hay nada que funcione bien si no hay una buena comunicación.