A finales de junio se celebraron elecciones en la sede del Colegio de Arquitectos de Málaga, en las que resultó elegida la primera mujer en el puesto de decana de toda la historia del Colegio. Susana Gómez de Lara estará al frente de la institución durante los próximos cuatro años después de obtener 252 votos a su favor, imponiéndose a los 35 votos obtenidos por Luis Callejón Suñés y los 114 de Susana García Bujalance, que también aspiraban al decanato.
Ahora, Gómez de Lara expone a Vida Económica la situación actual de la profesión y sus propuestas para mejorarla desde su nuevo cargo.
Con el nuevo equipo de gobierno elegido, ¿cuáles van a ser las principales líneas de trabajo?
El principal objetivo de cara a los colegiados es evidente: mejorar los servicios y establecer unas líneas de comunicación más fluidas, además de potenciar las que ya tenemos. También la defensa de la profesión, su dignificación. Dar a conocer el trabajo del arquitecto en la calle, de cara a la sociedad.
Otra de las líneas de actuación es la puesta en valor de nuestro trabajo, porque somos un agente importante en el sector de la construcción y en la elaboración de las ciudades. Y por último, establecer consensos y diálogos con las administraciones para mejorar el servicio al cliente final, que es el ciudadano.
¿Por qué considera que el trabajo de los arquitectos no está puesto en valor?
En el sector de la construcción últimamente, y viene ya siendo casi habitual, hemos sufrido algunos casos de intrusismo profesional. El valor del trabajo del arquitecto ha perdido un poco de reconocimiento. La sociedad desconoce que este profesional, aparte de diseñar el hábitat donde vivimos y hacerlo acorde al destino final o a lo que espera el cliente o el usuario final, asume otros tipos de valores. Sobre todo, de cara a que nuestros diseños cumplan con los requisitos técnicos mínimos, con unos estándares mínimos…
Además, facilitamos mucho el desarrollo de las obras y asumimos muchos trabajos de administración, ya incluso por parte de nuestros clientes. El arquitecto también está presente en el ámbito docente, cultural… Es que este trabajo es mucho más de lo que es el sector de la construcción.
¿En qué situación está el sector en Málaga?
La situación es un poco convulsa. Aparentemente hay mucho movimiento, pero luego el trabajo es muy dispar. Y ya no solo si hablamos de Málaga ciudad como del resto de los municipios de la provincia.
Siempre ha sido muy dispar el sentir de la profesión si nos movemos de un municipio a otro. Son unos tiempos en los que hay incertidumbre porque las cosas se precipitan en el tiempo, otras se dilatan… Creemos que es un momento para intentar hacer un análisis lo más exhaustivo posible y en todo el entorno de la provincia para establecer unas líneas de acción y de comunicación que faciliten la labor de nuestros profesionales en dar un servicio de calidad.
¿Qué es lo que le falta a la profesión?
Los profesionales están altamente cualificados, pero igual nos falta un poquito de comunicación hacia el exterior, lo que te decía antes de la puesta en valor. La verdad es que tenemos un punto de partida bastante bueno para empezar nuestra labor desde el Colegio.
¿Y además de ponerla en valor?
Aparte de la calidad técnica nuestra como profesionales o de la rigurosidad y la seriedad de nuestro trabajo, hay otros aspectos donde, en épocas anteriores, hemos sido un poco más visibles, como es el ámbito cultural. Y estamos dispuestos a recuperar un poquito de mayor protagonismo.
Por ejemplo, con acciones como la Semana de la Arquitectura. Está siendo un evento que cada vez es más bienvenido por parte de la sociedad y en el que hacemos participar a la gente, que es de lo que se trata.
Pero el arquitecto también está presente en otros lugares, como en el tema docente. Hay arquitectos que se dedican al diseño gráfico, a cuestiones artísticas, como hobbie o profesionalmente… Es decir, que la profesión abarca mucho más de lo que es la construcción. También queremos poner un poquito en valor esa diversidad.
¿Cómo se podría mejorar el sector?
No sabría responderte exactamente, porque nosotros no somos los únicos actores. Yo creo que la clave sería establecer una armonía entre todos, un diálogo fluido y un análisis consensuado para constituir unas líneas de acción. Las personas con ganas de trabajar y con voluntad estamos dispuestos a sentarnos con todos los actores.
¿Y algo que piense que se debería cambiar?
Todo pasa por tener nosotros la asistencia técnica y la seguridad jurídica de que el servicio que estamos dando es el idóneo. Para eso están nuestros colegios, para darnos esa asistencia.
Y luego, de cara a las administraciones, igual agilizar algunos procesos que por cuestiones involuntarias se dilatan a veces en el tiempo más de lo razonable. También incluso hasta se podría involucrar al sector financiero por el tema de créditos, etc.