La mayoría de las fuentes consultadas coinciden en que no se trata solo de generar valor para esta segmentación, sino también desde ella
Los expertos advierten de la diferencia entre el emprendimiento senior y el emprendimiento para seniors. “Es lógico que la edad media de proyectos emprendedores de éxito esté entre los 45 y 50 años”, adelanta Villoch. “Tienen experiencia en los negocios, han aprendido de los fracasos, tienen contactos y otras prioridades en la vida”.
No obstante, la elevada tasa de desempleo de mayores de 50 años en España también es un motivo que anima a este segmento a crear nuevos negocios. “Cuando se quedan sin empleo, tienen muy difícil encontrar un trabajo y es casi lo único que le queda [emprender]”, lamenta el director de Málaga Silver Economy Hub.
En Málaga, según confirma Álvaro Simón, director de BIC Euronova, “aunque el talento no va ligado a la edad, sí es verdad que hay gente que vuelve de su recorrido profesional e inicia una actividad”. En concreto, en la capital hablamos del 20% del total aproximadamente de emprendimiento a partir de los 45 años. “Se ha fomentado la desvinculación de personas con experiencia y conocimiento y es talento que las empresas grandes no han podido o sabido aprovechar en su momento”, sentencia Simón.
Parecidos son los casos de los sectores hotelero y hostelero de Málaga. “Tratamos la silver economy también desde un punto de vista del talento y la especialización del empleado”, expone Javier Hernández, vicepresidente de Aehcos.
“El talento en el sector lo suele dar la experiencia y por eso la contratación también suele ser de personas con cierta edad”, añade. La pandemia, asegura, ha penalizado todavía más al relevo generacional y la escasez de talento joven debido a la cancelación de las clases prácticas presenciales.
Y es que la formación es otro de los sectores diana de la silver economy en Málaga. “Hay que poner en valor la experiencia vital del trabajador senior y esas soft skills, pero también sin perder de vista las competencias tecnológicas”, advierte Miguel Ángel de Pedro Jiménez, director regional de Andalucía de la Fundación Adecco.
En este sentido, se habla del paradigma educativo ‘lifelong learning’. “Nunca se deja de aprender”, resumen desde la Fundación Vértice, otro de los socios que se han unido al proyecto de Málaga Silver Economy Hub.
Más allá de lo social, la tendencia de la formación también está llegando al estadio de las oposiciones, tradicionalmente copado por personas jóvenes. “Se aprecia un claro incremento en la franja de edad entre los opositores de 36 a 45 años y también un ligero ascenso en los mayores de 45”, afirma Juan Luis Llanes, orientador académico de MasterD. “Dar el salto a un empleo con mejores condiciones” es la principal motivación.
En el caso de la malagueña Cesur, líder en formación de FP a nivel nacional, el alumnado mayor de 40 años supone el 11% del total y, sobre todo, se aprecia un incremento en la modalidad online. “Muchos alumnos buscan reorientar su carrera compaginando con sus trabajos”, explican.