En esta sociedad globalizada, hoy nadie duda que los desafíos que nos plantea la sociedad son un compromiso de todos. El avance de la sociedad en calidad y bienestar solo es posible con la participación de todos los sectores que confluyen en los territorios.
Además, quiero destacar la importancia de continuar impulsando las redes de colaboración entre lo rural y lo urbano, entre la ciudad y el campo.
No obstante, aún es necesario seguir fomentando iniciativas que faciliten este desafío. Aquí es donde encontramos el emprendimiento social, como el emprendimiento que no solo genera actividad económica, sino que también da respuesta a las necesidades de la población.
Pero para ello necesitamos seguir siendo una provincia valiente, emprendedora, creativa, con propuestas diferentes si queremos tener resultados distintos. A pesar de que los estudios revelan datos esperanzadores del crecimiento del emprendimiento social en España aún queda mucho recorrido.
En este sentido, trabajamos para que la inversión privada se acerque y apueste por los emprendedores sociales de la provincia. Para ello, La Noria de la Diputación junto al Ayuntamiento de Málaga, persiguen convertir a la provincia en un referente de la inversión de impacto.
2023 será clave para el papel de Málaga en esta materia, que ha sido elegida como sede para la celebración del congreso de referencia mundial sobre economía de impacto.
Todo ello se está logrando gracias a la cocreación y las alianzas forjadas entre las entidades públicas, privadas y entidades sociales. Dando como resultado el fuerte ecosistema de innovación y emprendimiento social que existe en la provincia y que fue impulsado en los inicios del centro de innovación social La Noria en 2013.
En definitiva, el emprendimiento social debe ser la base para la construcción de una sociedad más igualitaria, justa y sostenible; y todos los agentes debemos tomar parte en ello.
Natacha Rivas es vicepresidenta segunda de la Diputación de Málaga. Delegación de Innovación Social y Atención al Despoblamiento