A pesar de las aguas que han caído las últimas semanas, la sequía continúa siendo un problema. Patricia Navarro, delegada del Gobierno andaluz en Málaga, incide en que la declaración de excepcional sequía para la Costa del Sol y el Guadalhorce se mantiene «porque no ha llovido suficiente», pues las últimas precipitaciones han dejado en los embalses de la provincia 30,6 hectómetros cúbicos de agua.
Así, la declaración de excepcional sequía se mantiene para La Viñuela y se aplicará en la Costa del Sol y Málaga-Guadalhorce en cuanto se publique en el BOJA la orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
En 2020, la Junta, al prever que iba a comenzar un ciclo seco en la región, comenzó a preparar un decreto de sequía. Esta herramienta permite que, en aquella zona donde se haya declarado el estado de sequía, se pongan en marcha una serie de obras llamadas «por emergencia» que tengan el objetivo de aportar un mayor suministro de agua a la población.
Según Navarro, la Junta de Andalucía ha adelantado el plazo previsto para estas actuaciones, que han supuesto una inversión de más de siete millones de euros. «El Gobierno de la Junta está decidido a finalizar lo antes posible la mayoría de estas obras, que estaban programadas hace años, décadas incluso», ha apuntado la delegada.
Una de estas actuaciones de emergencia es la puesta en marcha de tres pozos que se encuentran en el río Chíllar. De aquí se podrán extraer muy pronto entre dos y tres hectómetros cúbicos destinados al consumo humano, pues desde el gobierno regional estiman que las obras estarán acabadas el mes que viene.
«Además, se está acometiendo una obra muy importante en la desaladora de El Atabal, que supera los tres millones de euros y que va a permitir aumentar la capacidad de desalación en más del doble», apunta Fernando Fernández Tapia, delegado de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Junta de Andalucía en Málaga. Incluso están empezando a estudiar las posibilidades de implantar una planta de estas características en la Axarquía.
«Tenemos que recabar todas las medidas que se tengan que tomar a corto plazo, pero trazar una estrategia de futuro que evite lo que pueda ser la guerra del agua»
Desde el partido socialista tienen sus dudas respecto a este proyecto. Dani Pérez, secretario general del PSOE de Málaga, advierte que hay que valorar la eficacia y el coste de las soluciones que se proponen. «Sabemos que la actuación de una planta desaladora requiere una gran cantidad de energía, y por tanto, sabemos que esta posibilidad es muy costosa», señala el secretario general.
Entre las medidas que el PSOE de Málaga tiene entre manos para afrontar la sequía en la provincia, se encuentra la celebración a finales de este mes de una conferencia política en el municipio de La Viñuela, en la que se abordará la situación de cada comarca y cuáles son las posibles soluciones a corto, medio y largo plazo. Precisamente, esta es la apuesta del partido ante la escasez hídrica. «Tenemos que recabar todas las medidas que se tengan que tomar a corto plazo, pero trazar una estrategia de futuro que evite lo que pueda ser la guerra del agua», sentencia Pérez.
Trasvase de Iznájar y «autovía del agua»
Además de las obras de emergencia llevadas a cabo a través del decreto de sequía, la Junta también declaró tres obras de interés de la comunidad en la provincia de Málaga. Las dos más importantes, el famoso trasvase de Iznájar y la autovía del agua.
El trasvase consiste en llevar agua desde el embalse de Iznájar, en Córdoba, hasta los municipios de la zona norte de la provincia, todos con graves problemas de suministro debido a que se surten mediante pozos que actualmente están desabastecidos. El proyecto se encuentra ahora mismo esperando a que el Gobierno central autorice el bombeo de exactamente 4,89 hectómetros cúbicos que se destinarán únicamente para abastecimiento humano.
«Tan pronto autorice el trasvase, nosotros nos encargaremos de hacer todas las obras necesarias, que se calcula que pueden costar 50 millones de euros», declara Fernández.
Aunque, Dani Pérez cree que debería ser más bien al revés. «Como mínimo tenemos que tener la infraestructura preparada, por si tenemos la necesidad de transferir esa agua. A día de hoy no podríamos hacerlo».
Por su parte, la llamada «autovía del agua» es otro canal, esta vez para pasar agua desde el embalse de La Concepción (el que surte a la Costa del Sol occidental) hasta Málaga y de ahí, de nuevo a la Axarquía. Se quiere aprovechar que este pantano es pequeño y que todos los años es necesario evacuarlo. «Esa agua, que se tira al mar, a través de la autovía la queremos traer a Málaga, y de aquí puede ser reenviada a la Axarquía», explica el delegado.
El camino se divide en cuatro tramos: de Guadiaro a Estepona, Marbella, Fuengirola y Málaga. Actualmente está adjudicado el estudio del proyecto del primer tramo.
Ahorro del agua
La Comisión de la Gestión de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas tiene previsto reunirse de nuevo en abril. En este nuevo encuentro, según ha declarado Navarro, «ya veremos si mantenemos las restricciones o no».
De momento, en la Axarquía ya se han activado los planes de ahorro del agua para alcanzar el 20% de reducción en el abastecimiento urbano, limitando la dotación de 200 litros por habitante y día. También se ha reducido la dotación de aguas reguladas destinadas a riego a 1.500 metros cúbicos por hectárea y año (antes estaba en 2.000) y se ha aprobado la posibilidad de transferir dos hectómetros cúbicos de agua desde el Sistema de Explotación Guadalhorce-Limonero, medida ya contemplada en el Plan Especial de Sequía ante una situación de escasez grave.
El turismo de la Costa, otro demandante
Al gigante económico de la Costa del Sol también le está afectando la sequía. Según José Luque, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS), el litoral occidental de la provincia puede llegar a acoger 1,5 millones de habitantes durante la temporada alta estival. Obviamente, todas esas personas necesitan agua, por lo que se esperan importantes problemas de abastecimiento en verano. «Las infraestructuras en la Costa del Sol se han quedado obsoletas tras décadas de servicio y continuas averías», expone Luque.
«Tenemos un embalse como el de La Concepción, de poca capacidad y que se ve obligado a abrir compuertas en cuanto se encadenan varios periodos de lluvias, una planta desaladora que no da más de sí y unos acuíferos cada vez más explotados que obligan a recibir aportes del Campo de Gibraltar para garantizar el abastecimiento en verano», denuncian desde la patronal hotelera, que considera prioritaria la renovación de la gran tubería que suministra a toda la franja litoral comprendida entre Manilva y Torremolinos: tiene 100 kilómetros de longitud y sufre 50 roturas al año.
Además de para el consumo humano en los hoteles o para llenar las piscinas, el agua en la Costa del Sol también se necesita para regar sus famosos campos de golf. Estos, por suerte, utilizan agua regenerada. Acosol, la empresa pública que gestiona el agua en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, se encarga de que en los más de 40 campos que abastece se riegue con agua regenerada. «Es una labor prioritaria para nosotros, ya que el agua regenerada supone la aplicación de medidas que contribuyen a la conservación del medio ambiente y también un ahorro para las reservas hídricas del pantano de La Concepción y de los acuíferos», señalan desde la empresa.
Ha creado incluso un sello de calidad que otorga a los campos de golf que cumplen ciertos requisitos, «como son regar con agua regenerada y contar con un sistema de riego óptimo, que sirva tanto para minimizar la necesidad de agua como para estimular la necesidad de ahorro de la misma, entre otros».