SAMUEL RUIZ/César Caballero, CEO de la firma, tiene solo una hora para atender a Vida Económica. Esta semana los vuelos a Alemania han copado su agenda. ¿Por qué? Viatek, junto a Telefónica, llevará el cableado de fibra óptica a los hogares alemanes. La operación pretende ser la protagonista de la facturación de la empresa en los próximos años. De momento, con sede en Málaga, asciende a los 16 millones de euros.
¿A qué se dedica Grupo Viatek?
Se compone de un grupo de empresas que ofrecen soluciones tecnológicas a empresas, organizaciones e instituciones, la actividad se centra en la gestión de infraestructuras TIC y en la implantación de soluciones outsourcing IT. Aunque contamos con diversas líneas de actividad. Vamos desde el ámbito de la microinformática, que es todo el equipamiento de una oficina (ordenadores, servidores, routers) y su mantenimiento, hasta el área de la ciberseguridad pasando por la de redes tanto inalámbricas como cableadas. Tenemos una ingeniería de tecnología, diseño, instalación y mantenimiento de esas redes. ¿Qué hacemos en seguridad? Proyectos tanto de acceso como de cámaras de IP, sistemas que ayudan a la vigilancia y seguridad de servicios.
También se han involucrado ahora en energía, ¿no?
Eso es. Es el área más reciente de nuestro grupo. Siempre hemos estado involucrados en la instalación y mantenimiento de servicios e infraestructuras de telecomunicaciones eléctricas, pero la especialización en estos nichos llevamos aproximadamente dos años. Servicios de eficiencia energética como, iluminación led y monitorización de consumos; fotovoltaica para gestión de autoconsumo, y cargadores eléctricos de alta potencia para gasolineras o centros comerciales. Con este área y las anteriores damos una solución integral a una empresa que necesita seguridad, energía y comunicaciones.
¿Hablamos de tangibles o intangibles?
Trabajamos con los dos. Normalmente, estos sistemas llevan siempre una parte de software detrás, pero somos más una empresa de despliegue de hardware. Obviamente, todos estos sistemas tienen una configuración, pero realmente nuestro core es la ingeniería, el diseño y la instalación y puesta en marcha.
«Mantenemos todos los servicios del Ayuntamiento de Madrid tanto a nivel de puestos de trabajo como de redes»
¿Me da un caso real?
En Córdoba recientemente, hemos implementado, en un hospital en Lucena, todas las comunicaciones, el sistema de megafonía y el de control y seguridad. Otro ejemplo le puedo citar el del aeropuerto de El Prat de Barcelona, donde trabajamos de la mano de Telefónica.
¿Qué área es la más importante?
Hablaría de un tercio cada una de las tres primeras que le he citado, pero la última que hemos incorporado, la de la fotovoltaica y cargadores eléctricos es la que más potencial y desarrollo puede tener en los próximos años. La tendencia es ir cambiando los coches de combustible por coches eléctricos. De hecho, cada vez son más las empresas que nos llaman para sus proyectos de cargadores. Hablamos de grandes operadores como Repsol o Iberdrola o empresas que se están dedicando a explotar la recarga eléctrica como Enea, EasyCharger o ChargePoint, que son clientes nuestros.
«En Málaga, tienes los servicios de una gran ciudad, pero con la comodidad de una ciudad más pequeña»
¿Qué espera de Málaga en este contexto?
A pesar de ahora estar en toda España y varios países de Sudamerica, siempre hemos apostado por Málaga y ahora nos sentimos muy a gusto porque creemos que la ciudad es un sitio interesante para una empresa que esté en el ámbito de la tecnología. Málaga se va a convertir en un referente del sector tecnológico en España y Europa.
Y va a estar Viatek…
De hecho, Viatek ahora forma parte de un clúster en el que estamos desarrollando un proyecto de ecity [eCityMálaga] en el PTA, participamos en distintos foros… Estamos muy proactivos en todo lo que se refiere a Málaga como hub tecnológico en Europa y el mundo.
Me hablaba de Sudamérica, ¿en qué países operan?
En Sudamérica operamos en Chile,
Perú y Colombia. España es nuestro mercado natural, pero desde aquí hacemos proyectos en el sur de Europa: Portugal, Italia y Francia. Ahora, acabamos de abrir en Alemania porque hemos ganado una licitación importante con Telefónica para desplegar fibra óptica allí, donde vamos a operar en los próximos años. Abrimos también en México, pero no hemos podido desarrollarlo todavía debido a la pandemia.
Ya que la cita, ¿cómo ha afectado el Covid?
Tuvimos tres o cuatro meses muy complicados que nos ha costado recuperar. Afortunadamente, estamos en la senda del crecimiento de nuevo. Nuestra facturación en 2021 ha sido de unos 16 millones de euros, el 80% procedente de España y el resto de Sudamérica. Hemos vuelto a niveles de antes de la pandemia, cuando bajamos a los 14 millones aproximadamente.
¿Cuál es la proyección?
Para los próximos años va a tener mucho peso el proyecto que le cito de Alemania porque va a generar un ingreso añadido en el grupo, probablemente mayor que el de Sudamérica e incluso al mismo nivel que el de España.
¿Y cómo comenzó?
Empezamos en Andalucía en el año 2000. Lo hicimos con dos cosas sobre todo: sistemas de telecomunicaciones para edificios y el satélite, que por aquella época era una cosa muy novedosa. Empezamos por el satélite tanto en la televisión como de datos. Comenzamos en Málaga, luego Andalucía oriental y así fuimos hasta que desarrollamos proyectos nacional e internacional y ahora tenemos una vocación de estar en varios países y mercados.
¿Por qué eligen Málaga y no Madrid o Barcelona desde el principio?
Tiene muchas ventajas. Es verdad que la primera oportunidad de trabajo fue aquí, pero podríamos haber cambiado porque allí en Madrid tenemos muchos trabajadores, pero no lo hicimos. Nuestra sede se queda aquí por la comodidad y facilidad que te permite una ciudad mediana como Málaga y por las comunicaciones y servicios que ofrece. Tienes los servicios de una gran ciudad, pero con la comodidad de moverte de una ciudad más pequeña. Lógicamente, también es una cuestión de costes. Y también comunicativa: contamos con muchos acuerdos con la Universidad de Málaga para contratar a ingenieros de alto nivel.
¿Madrid? ¿También tienen oficina allí?
Sí, claro. Tenemos una delegación en Madrid y otra en Barcelona. En Madrid, somos la empresa que mantenemos todos los servicios del Ayuntamiento tanto a nivel de puestos de trabajo como de redes. Allí, trabajamos con Telefónica haciendo la parte de servicios. Solo ese proyecto genera 40 puestos de trabajo directos. En Málaga, también tenemos otro centro logístico en el Polígono Trevenez.
¿Y a nivel de grupo, hay más áreas o empresas?
Tenemos empresas auxiliares como un centro especial de empleo, donde contratamos a personas con discapacidad, por ejemplo. Tenemos otra que es una agencia de marketing digital que apoya al grupo en la promoción y realización de distintas campañas online, pero son empresas de menor peso que consideramos como auxiliares que no componen nuestro core. Son de apoyo o de soporte para generar negocios.
Van a hacer siete años desde que se mudaron al PTA, ¿por qué lo decidió?
Por estar más cerca de un entorno más afín a nosotros. Eso te hace estar más pendiente de todas las novedades y tener más información para hacer proyectos.
¿Cuántos trabajadores más hay ahora?
(Ríe). Ahora muchos más. Abrimos un grupo de 20 personas, ahora somos en España unos 300 y si sumamos Sudamérica allí habrá otras 200.
¿De qué perfil?
Tenemos mucho ingeniero de telecomunicaciones e industriales, desarrolladores de negocio, comerciales, backoffice, administrativos, soporte de todo tipo, técnicos de campo… una formación más de FP.
¿Con qué acierto se queda?
(Silencio). Estar siempre abierto a las distintas oportunidades que te dan las distintas áreas. Como ve, empezamos con las telecomunicaciones y hemos ido añadiendo productos y servicios que nos complementaba la oferta a los clientes.
Será muy fácil equivocarse en un sector tan cambiante…
Efectivamente. El estar en distintas unidades de negocio es, por un lado, una ventaja porque te permite llegar a más proyectos, pero, por otro lado, el ser experto en varias cosas requiere mucha dedicación y mayor posibilidad de equivocarte.
Entonces, ¿cuál me diría que ha sido su mayor error?
(Silencio). Quizás no haber sabido delegar y organizar mejor ciertas áreas. Un crecimiento como el nuestro requiere de una muy buena organización, con controles y, quizás más supervisión. Todo eso, ahora lo hubiésemos hecho mejor, pero así es la vida: ensayo-error.
Productos diversificados, diferentes unidades de medida
El número de trabajadores de Viatek se ha incrementado un 2.400% desde comienzos del siglo. Por entonces, en Viatek había 20 trabajadores frente a los actuales 500 aproximadamente. “Yo comencé en la dirección a los cinco o seis años de crearla y fue entonces cuando empezamos a diversificar un poco y tener una visión más global”, explica Caballero, quien la fundó con varios socios. Dice que la diversificación es clave, pero a la vez peligrosa en un sector tan cambiante. “En tecnología nunca sabemos muy bien hasta dónde vamos a llegar”, afirma. Para controlar el nivel de rentabilidad y facturación de productos tan diversificados usan diferentes unidades de medida. “En redes, ingresamos por hogares conectados y, por ejemplo, en temas de fotovoltaica, por kilovatios instalados. En la microinformática se trabaja con puesto de trabajo en mantenimiento o en soporte”, explica.
César Caballero, de Los Ángeles a Málaga
La vida laboral de César Caballero (Badajoz, 1975) comenzó compitiendo con Amazon. “Conseguí unas prácticas en EEUU en una empresa que vendía cosas por internet (relojes, ropa….), cuando Amazon solo vendía libros”. Habla del proyecto frustrado de ValueNet en San Bernardino, a una hora y media de Los Ángeles. Era 1997 y en España todavía había que esperar casi 5 minutos para que una página web se descargarse. “Siempre he tenido bastante inquietud como emprendedor, pero lo que me cautivó fue la cultura americana, allí aprendí que te puedes desarrollar según tus capacidades”, comenta. Tenía 23 años y tras dos en tierras estadounidenses volvió a España para aterrizar en Viatek. “Yo quería hacer otras cosas, pero lo que viví en EEUU me hizo ver el mundo de la tecnología que venía en los próximos años y me sumé a ese carro”. Lo que quería era ser un lobo de Wall Street. “Por aquellos años, cuando estudiaba Económicas en CEU San Pablo quería trabajar en bolsa, era la moda”, recuerda sin sostener la carcajada.