Ya en 2018 la consultora Deloitte definía el dato como el nuevo “oro” empresarial y vaticinaba que para 2030, tanto la colecta como el análisis de datos serán los cimientos de los nuevos modelos de negocio y futuras propuestas de valor.
Continuando con la analogía, ese oro en bruto es insuficiente, siendo necesario refinarlo para poder crear valor empresarial, transformándolo en información útil, y esa información en conocimiento gracias al cual tomar mejores decisiones.
Es en esa cadena de valor en torno al dato donde el uso de nuevas tecnologías como el Big Data y la analítica avanzada serán uno de los pilares fundamentales, unidos a un cambio a una mentalidad “digital”, para garantizar una propuesta de productos y servicios exitosa y alineada con las preferencias de los consumidores.
Los nuevos trabajadores y líderes digitales no solo deberán conocer su negocio, sino también dotarse de una mentalidad analítica, la capacidad de gestionar grandes volúmenes de datos y de manejar herramientas como el machine learning o la inteligencia artificial para detectar nuevas oportunidades que hasta hace pocos años habrían pasado desapercibidas.
En Andalucía, estamos siendo testigos de la llegada de un número creciente de empresas tecnológicas y altamente digitalizadas, con multinacionales como Vodafone, Google o Globant, que han escogido el Málaga TechPark como base para sus operaciones y centros de excelencia. En paralelo con su llegada a la región, debemos destacar también iniciativas de digitalización y transformación de empresas de distintos tamaños e industrias, como el programa de la fundación Cepsa en Campo de Gibraltar o el proyecto Back to work, liderado por Oracle y en el que participa ESIC en el parque tecnológico.
La fundación VASS ya anticipaba en 2020 la necesidad de preservar y aumentar el talento STEM (perfiles científicos, tecnológicos, de ingeniería y matemáticas) debido a una demanda cada vez mayor por parte de las empresas y que, incluso atrayendo talento exterior, regionalmente supera con creces la oferta de candidatos.
Ésta necesidad no es únicamente de perfiles puramente STEM y recién graduados, sino que involucra otros roles en distintos puntos de su carrera profesional. Las empresas demandan que tanto perfiles comerciales y de negocio como mandos intermedios y directivos adquieran esa dimensión técnica, tanto de “percepción digital” como de nuevas habilidades y uso de tecnologías en torno al dato, para ser así capaces de anticiparse a una coyuntura con un ritmo de cambio cada vez mayor y detectar oportunidades para crear impacto empresarial.