Andalucía está siendo un gran atractivo para la instalación de parques fotovoltaicos en todas sus provincias. ¿Entre los argumentos más potentes? Las 3.000 horas de sol al año que goza de media el territorio andaluz. Por ello, en torno a medio millar de proyectos esperan su aprobación en las oficinas de la Junta y distintas administraciones locales. Supondrían una inversión aproximada de 20.000 millones de euros. He aquí la cuestión: ¿desarrollo o ecologismo?
En el caso de Málaga, son aproximadamente 120 los proyectos que están en fase de aprobación, que vendrían a ocupar más de 1.000 hectáreas. De hecho, según el último informe de Infraestructuras Energéticas de la Junta, la provincia malagueña genera cuatro veces más energía fotovoltaica que hace una década. Un avance hacia la descarbonización del Planeta y los objetivos de la Unión Europea a 2030. Sin embargo, problemas ligados al crecimiento desregularizado y su impacto ambiental han hecho que se levanten voces en contra.
De momento, municipios del Valle del Genal, la serranía de Ronda o de la comarca del Guadalhorce están solicitando moratorias y paralización de licitaciones de estos proyectos. “Respaldo a las energías renovables, pero no un sistema centrado en la masificación que ocupan grandes superficies y tienen un fuerte impacto paisajístico”, explica el alcalde de Casares, Pepe Carrasco. Solo allí hay 11 solicitudes de implantación de plantas fotovoltaicas. ¿Qué puntos a favor y en contra existen?
Medioambiente
El impacto medioambiental es el principal argumento entre los detractores de la instalación masiva de parques fotovoltaicos en Málaga. Desde la Alianza Energía y Territorio (ALIENTE) también demandan a las administraciones regionales y nacionales una moratoria en la concesión de licitaciones a estos proyectos. “Generalmente se instalan en zonas llanas en las que abundan las aves esteparias”, explica el catedrático de Biología de la Uma, Raimundo Real.
En este sentido, más allá del impacto paisajístico (del verde al gris), condicionaría el hábitat natural de diferentes especies animales con el consecuente alteración natural. En Coín, ya se han convocado varias concentraciones en rechazo de la planta solar proyectada en la zona del Río Grande. Allí, habita la cigüeña negra, en peligro de extinción. “Los sisones, aguiluchos o cenizos son los más prejudicados”, señala Real.
Sin olvidar las actividades agrícolas y ganaderas que se desarrollan en estas ubicaciones. Conscientes de esta problemática, desde Endesa, por ejemplo, han desarrollado el programa ‘Agrivoltaico’. Consiste en la plantación bajo los paneles solares y entre ellos o la instalación, incluso, de colmenas inteligentes como ha hecho en Las Corchas (Carmona, Sevilla). Endesa también está implementando sinergias con pastores locales para utilizar el desbroce natural de las ovejas en las plantas fotovoltaicas.
Turismo
A la petición de moratorias por parte de los municipios del Genal, también se han unido la Diputación de Málaga y la Ruta del Vino de Ronda y Málaga. Desde estos últimos, entienden que la implantación desproporcionada de estos parques “puede perjudicar a la actividad enoturística”. «La demanda enoturística declara elemento más satisfactorio la naturaleza y el paisaje que rodean nuestras bodegas por encima de otros elementos como los alojamientos, ocio, diversión, la información turística o la restauración», explican desde el Consejo Rregulador de la Denominación de Origen de Málaga.
La Diputación de Málaga va más allá, y explica que la no supervisión de exhaustiva de los proyectos puede llevar a “una pérdida de biodiversidad irreversible con consecuencias impredecibles”. Los megaproyectos de más de 50 MW deben ser aprobados por el Ministerio, pero desde distintas administraciones denuncian que los “trocean” para saltarse la norma. De momento, la Junta, y distintas administraciones, trabajan con técnicos medioambientales para mitigar estos efectos. De ahí salió la guía de instalación de parques solares de la Junta, un documento no vinculante que establece en el mapa andaluz las zonas compatibles, condicionadas y no compatibles para la instalación de los también denominados huertos solares.
Empleo
Bien es cierto que el fomento del empleo es uno de los factores a favor del impulso de este tipo de proyectos. Pero el generado solo es considerable durante el proceso de construcción del parque. Luego, funciona de forma automática. “Necesitamos que el medio rural siga conservando sus espacios naturales. De otra forma nos enfrentamos a una despoblación cada vez mayor”, vaticinan desde UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos).
En cualquier caso, no cabe duda de que la emergencia climática obliga a la proliferación de soluciones renovables hacia la descarbonización de la Tierra. “Hay seguridad jurídica porque todos los proyectos están revisados”, asegura el director general de la Unión España Fotovoltaica. “Todos los proyectos tienen una declaración de impacto ambiental”, explica.
La clave de los parques fotovoltaicos
Argumentos a favor:
- Creación de empleo: durante la construcción de estas infraestructuras se necesita mano de obra.
- Descarbonización del Planeta: la reducción de dióxido de carbono es una de las exigencias de la Unión Europea y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Existe seguridad jurídica: todos los proyectos están evaluados por autoridades competentes.
Argumentos en contra:
- Impacto medioambiental: alteración del orden paisajístico y natural de especies como las aves esteparias.
- Despoblación: la alternación del medio rural supondría la desaparición de cultivos y pastos de ganado.
- Turismo: el impacto visual afectaría a la belleza paisajística de diferentes localizaciones.