La Ciudad de la Justicia de Málaga es tan grande que acoge prácticamente la totalidad de los diferentes órganos judiciales que, antes de su construcción, se encontraban dispersos por la ciudad. El edificio se creó a raíz de un Concurso Público Internacional que convocó en 1999 la entonces Consejería de Economía y Hacienda de la Junta. Ahora, el edificio es propiedad de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local.
Estudio Seguí ganó el concurso en colaboración con los arquitectos Javier Frechilla y J.Manuel López Pélaez. Las obras comenzaron en diciembre de 2002 y acabaron en mayo de 2007, inaugurándose el inmueble finalmente el 30 de noviembre de ese año.
El diseño que presenta el edificio es en horizontal. Se facilitan así las circulaciones y funcionalidades de su programa de usos. Una serie de galerías ajardinadas interiores aportan iluminación y ventilación natural a sus espacios.
Dispone de 48 salas de vistas situadas en su planta baja para facilitar el acceso del público. En ellas se celebra una media de 136 juicios diarios. Además de los diferentes juzgados (de Instrucción, Penal, Violencia sobre la Mujer, Menores, Primera Instancia, Mercantil, Familia, Social y de lo Contencioso-Administrativo), la Ciudad de la Justicia también cuenta con otros servicios. Allí se encuentran el Registro Civil, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) o el Servicio de Atención a las Víctimas de Andalucía (SAVA).
Con motivo de la pandemia, se han llevado a cabo una serie de medidas especiales. En los puntos de atención al público y en las salas de vistas se han instalado mamparas. Hay mascarillas y gel hidroalcohólico disponibles y también se reparten guantes, gafas y pantallas faciales protectoras.
Pionera en una sala Gesell
La Ciudad de la Justicia de Málaga fue la primera en tener una sala Gesell (2017). Este espacio se usa para tomar declaración a víctimas vulnerables, como las de violencia de género o a menores. El funcionamiento consiste en que la víctima declara separada del juicio. Ella está en una sala acompañada de un psicólogo, mientras que el juicio tiene lugar en otro espacio separado por un cristal que por un lado es espejo. Así, el juez y las demás partes ven a la víctima y pueden hacer preguntas, pero no al revés.