¿Cómo le surge la posibilidad de ser cónsul de Italia?
Las delegaciones internacionales siempre han estado en mi ADN profesional. En 2007, inicio un máster en Madrid y empiezo a entrar en contacto con el mundo de la embajada. En ese momento, el cónsul de Granada, que era la ciudad donde yo residía, acababa de dimitir. Como yo ya lo conocía y había confianza mutua, el cónsul general me propuso asumir el cargo en Granada. Desde noviembre, el consulado de Granada y Málaga se han fusionado, siendo también responsable en esta ciudad. Además, el consulado de Italia, que cubre toda Andalucía oriental, es el encargado de Granada, Jaén, Málaga y Almería.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de este consulado?
Tenemos cuatro líneas de trabajo. La primera es actuar como un pequeño ayuntamiento o registro civil para los ciudadanos que viven aquí. Estamos hablando de una comunidad, teniendo en cuenta las cuatro provincias, de aproximadamente 20.000 italianos.
Nuestra segunda línea de trabajo son las emergencias, es decir, los turistas que sufren algún robo, pierden documentos… En casos de accidentes o fallecimientos también intervenimos.
La siguiente línea es la diplomacia comercial, es decir, la promoción de Italia en Málaga y también la escucha de las necesidades de la comunidad empresarial malagueña hacia Italia.
La última es la representación institucional pura y dura, es decir, visitas al alcalde, al presidente de la diputación… y en el caso de que venga cualquier ministro u otras autoridades, recibirlos y acompañarlos
¿Qué oportunidades comerciales ofrece Italia a las empresas andaluzas?
Italia tiene un mercado muy maduro. Cualquier empresa que se acerque a Italia tiene que entender que necesita aclarar el valor diferencial de su producto. Es decir, el producto tiene que ser un producto de excelencia, un producto absolutamente innovador o con una increíble relación calidad-precio. Un producto cualquiera no entra fácilmente en el mercado italiano.
Hay que entender que, pese a las similitudes que suelen existir entre el mercado español e italiano, realmente son mercados diferentes. Debemos tener en consideración que el intercambio entre los dos países oscila entre los 30.000 y 40.000 millones de euros. La parte principal la tienen los actores gigantes: Endesa, Fiat… Una parte pequeña de esos números la ocupan pequeñas empresas. Realmente hay un espacio importante para que las pequeñas empresas españolas y andaluzas entren en Italia. Actualmente, por ejemplo, el sector agroalimentario mueve unos números alrededor del 5% de la venta al extranjero hacia Italia, siguiendo siempre los criterios que he señalado antes de excelencia.
Yo creo que el sector de TIC con el PTA, desde Málaga, tiene muchas posibilidades de margen en Italia y, personalmente, opino que los servicios, por ejemplo, sanitarios o bufetes legales tienen un valor añadido que es interesante en Italia.
¿En qué sectores son potentes las empresas italianas?
Tenemos tres buques insignia en nuestra industria que todo el mundo conoce: la moda, el agroalimentario y la automoción. Sin embargo, aunque no es muy conocido, somos líderes en otros muchos sectores. Por ejemplo, Italia es el primer país en construcción de infraestructuras para el extranjero. Allí se produce una tercera parte de los principios activos farmacéuticos que se venden en el mundo. Tenemos un papel fundamental en la producción de ingeniería aeroespacial, de buques de crucero y somos el segundo país del mundo en venta de maquinaria industrial. Digamos que el abanico de excelencia es amplio, mucho más de lo que se conoce.
¿Qué cualidades destacaría del empresario italiano?
Gran espíritu de sacrificio. Hemos tenido varias emigraciones y el empresario italiano siempre ha salido muy bien posicionado en los países de destino, teniendo una serie de atributos comunes, por producto y por país, de excelencia, de cuidado en detalle, de diferenciación… Digamos que la característica que resume un poco todas esas ideas es la capacidad de pasar de una realidad artesanal a una realidad industrial sin perder las características de valor añadido del artesano pero sabiendo producir a gran escala, a nivel industrial. El empresario Italiano es capaz de cuidar detalles, marketing, diseño, como si de un artesano se tratara, pero haciéndolo a nivel industrial.
Una mirada a Armenia
Idioma oficial: Italiano
Población: 60.589.445 personas
Capital: Roma
Moneda: euro
Sueldo medio: 2.554 €/mes; 30.642 €/año.
Tasa de desempleo: 11,2%
Precio del transporte público: Pase mensual de transporte público: 35€; Un billete de ida en transporte público: 1,50€.