El conflicto bélico en Ucrania tras la invasión rusa a este país no ha quedado ajeno a la actividad exportadora de las empresas malagueñas. Es el caso directo Industrias Confiteras Antequeranas (Incoan), el fabricante de mantecados y polvorones más activo de la provincia en el exterior. «Una semana antes de la invasión no encontrábamos transportes para distribuirla allí», confiesa el director comercial del Grupo Sancho Melero, Ángel Sancho.
Sus clientes en Ucrania y Rusia siguen bloqueados a la espera de la resolución del conflicto, mientras el stock espera en el almacén. «Tenemos un margen de dos meses», insiste Sancho. Pasado ese tiempo, asegura, tendrán que enviar el producto a bancos de alimentos porque no los pueden volver a manipular: «Por normativa no podemos reetiquetar».
Dcoop también ha tenido que paralizar su actividad tanto en Ucrania como en Rusia: «El ruso es un mercado de mucho potencial para nuestro aceite, aceituna y vino. Cada vez el consumidor tiene más información y sabe diferenciar la calidad», explica el director comercial de este multinacional, Manuel Pérez.
El conflicto bélico ha obligado a parar la relación comercial con Rusia y Ucrania a empresas como Dcoop o El conflicto bélico ha obligado a parar la relación comercial con Rusia y Ucrania a empresas como Dcoop o Industrias Confiteras Antequeranas, que mantiene parado su stock ya etiquetado en el idioma de destino.
El sector agroalimentario ha sido el más damnificado por la guerra. No obstante, según el director en Málaga de ICEX, Rafael Fuentes, la actividad en Ucrania es reducida: «Hablaríamos de un 1% del total, que ya cayó en 2013 tras la invasión de Crimea». En cualquier caso, debido a la globalización, todas las empresas consultadas vaticinan daños colaterales.