El Consejo de Ministros acaba de aprobar la nueva norma da calidad del aceite de oliva. Se trata de la actualización de una norma vigente desde 1983 y que viene a revalorizar la industria de este alimento. En este sentido, se aplicará un sistema de trazabilidad estandarizado y “muy exigente”, argumentan desde el Ministerio de Agricultura.
A partir de ahora se prohibirá la práctica conocida como ‘refrescado’, que consiste en mezclar aceites de oliva vírgenes de la campaña en curso con otros de campañas precedentes. Además, la norma establece que los términos ‘virgen’ y ‘virgen extra’ solo se podrán utilizar para aceite de oliva y no para ninguna otra grasa vegetal en el mercado español.
Prohibido mezclar
En la misma línea, se refuerza la prohibición de mezclar aceite de oliva con otros aceites. Así, alimentos que contengan aceite de oliva, pero no en su completa composición, no podrán destacarlo en la denominación de venta. El objetivo es “evitar engaños al consumidor”, argumentan desde el Gobierno.
Desde las asociaciones agrícolas, a pesar de ser un reclamo histórico, consideran que “no se ha sido tan ambicioso y valiente”. Si bien se establecen arreglos en lo que se refiere a los conceptos, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) critican que no se hayan eliminado términos “que pueden inducir a la confusión como ‘suave’ o ‘intenso”.
Código de buenas prácticas
En cualquier caso, Cristóbal Cano, responsable sectorial de UPA, se siente satisfecho: “A pesar de que deseábamos que el decreto hubiese sido más ambicioso, lo cierto es que los avances que proponen son todos muy necesarios”, afirma. En la misma línea se ha mostrado Cooperativas-Agroalimentarias, que aplaude la creación de un ‘Código de Buenas Prácticas’.
Este documento establecerá pautas de mejora del envasado y la presentación del aceite de oliva virgen extra. Por último, desde el Gobierno se pondrá a disposición de operadores y autoridades de control un sistema informático para notificar, obligatoriamente y de forma previa, cualquier movimiento que afecte al aceite de oliva, un requisito que no existía hasta ahora en ningún país productor de todo el mundo.