El Pleno del Ayuntamiento de Málaga ha dado aprobación inicial a las ordenanzas fiscales para 2022 que suponen congelación de tributos y reducción de carga fiscal a la ciudadanía y al tejido productivo malagueño para favorecer así a la recuperación social y económica de la ciudad.
La propuesta tributaria para el año 2022 se basa en la consolidación de las medidas excepcionales aprobadas el pasado ejercicio y nuevas bonificaciones y reducciones en distintas ordenanzas con el objeto de mitigar los efectos económicos y sociales que ha generado la crisis de la COVID-19.
En concreto, en 2022 se reducirá un 10% la tasa por ocupación de vía pública para mesas, sillas, toldos y venta ambulante; se mantendrá la reducción del 25% de las cuotas por la recogida de basuras para hostelería y hoteles, y se reducirá un 5% las cuotas del Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Además, se duplicará la reducción, al pasar del 20% al 40%, de la bonificación del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) para la generación de empleo.
La reducción de estas tarifas se calcula que beneficiará a alrededor de 16.000 personas y supondrá un impacto económico estimado de 1,3 millones de euros. También se congelará el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU-Plusvalía), así como el resto de tributos.
Más tasas reducidas
El Pleno del Consistorio también ha aprobado la transformación a tasa del precio público de las bodas civiles que se celebran en el Ayuntamiento de Málaga. Esta medida se materializa en una reducción de las cuotas en un 21% al eliminarse el IVA, que a partir de ahora no se exigirá con la nueva tasa.
Por otro lado, se ha aprobado la regulación del precio público por visitas a la Alcazaba y al Castillo de Gibralfaro, así como la regulación de la tasa por aprovechamiento especial de espacios de dominio público de estos dos monumentos.