Además, conecta a las empresas locales y regionales con la punta de lanza de la industria aeroespacial europea. Todo esto permite tejer un ecosistema de innovación que moviliza la financiación privada. Málaga y su PTA albergan un buen número de tecnológicas que se han convertido en proveedores de Airbus, lo que las ha situado en una posición de vanguardia mundial.
«Estamos entre las cinco regiones más importantes, a nivel europeo, en industria aeronáutica y aeroespacial», Juan Ramón Gallego, director de Andalucía Aerospace
La pandemia ha causado un auténtico terremoto en la economía andaluza y, por ende, malagueña. La provincia ha visto caer su PIB casi un 17% en el último año ante el desplome del turismo
y la hostelería. Hace ya tiempo que los expertos vienen reclamando un cambio de modelo productivo ante la excesiva dependencia respecto a los Servicios. Un sector cautivador cuando sobran turistas pero con escasa capacidad para generar empleos de alta cualificación. De otro lado, poner los huevos en la misma cesta es, a menudo, contraproducente. Una mala idea que sacude nuestras conciencias cuando llegan malos tiempos. Hay sectores estratégicos que pueden vertebrar nuestra economía y dar un nuevo empuje al empleo y a las exportaciones. La aeronáutica, junto al sector TIC, están demostrando ser un área de enorme proyección de futuro. La alta especialización –del primero- y la tremenda exigencia técnica que requiere, tiene la facultad de movilizar el talento de nuestra tierra y hacer florecer a un nutrido número de empresas industriales al abrigo de las exportaciones. El único problema es que se necesita dimensión y facilidades para poder crecer ágilmente.
De cualquier modo, representa uno de los pocos capítulos productivos que ha dado alegrías en este año adverso. Las exportaciones aeronáuticas de Andalucía ascendieron en 2020 a los 1.811 millones de euros. Si bien constituyó un descenso del 29% respecto a 2019 ha brindado un superávit comercial de casi 600 millones de euros y una tasa de cobertura del 150%. Según fuentes de Extenda, la región se mantuvo como segunda comunidad exportadora con un tercio de la cuota nacional. Aunque Sevilla fue quien concentró el 98% de las ventas exteriores, no es menos cierto que los modelos que se ensamblan en la planta de Airbus en Sevilla llevan mucha tecnología ‘made in Málaga’ que se diseña y prueba en el PTA. Juan Román Gallego, director general de Andalucía Aerospace, un clúster que integra a 72 empresas del sector, identifica tres polos fundamentales. “Por un lado, Cádiz y Sevilla relacionadas con la industria y el ensamblaje de aeronaves, y las ubicadas en Málaga, enfocadas a sistemas e ingeniería. Y por lo tanto, con un perfil más tecnológico”.
Exportación a Europa
Los principales destinos de las aeronaves y productos aeronáuticos son, fundamentalmente, Europa, seguida de Estados Unidos. La mitad de las ventas exteriores van a Francia y Alemania donde están las principales plantas de Airbus. Bélgica ha sido uno de los destinos que más creció. El cuarto lugar fue para Estados Unidos seguido de Luxemburgo.
Román destaca el enorme valor de la tecnología local. “Las empresas que tenemos; las infraestructuras y los profesionales que hay en Málaga y en Andalucía, son lo mejor, de primer nivel sin duda”.
573 millones de estímulo
La Junta de Andalucía ha dotado con 573 millones de euros la ‘Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2027’. Se trata de una iniciativa público-privada muy ambiciosa y cuyo objetivo es proporcionar al sector los instrumentos necesarios para que multiplique su dimensión y se convierta en una alternativa real al turismo y al agroalimentario. El consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, hizo hincapié días pasados en su capacidad “para promover el viraje hacia un nuevo modelo productivo basado en la innovación y el conocimiento”. Tres son los hitos que deben cumplirse en los próximos seis años. Por un lado, el crecimiento de la facturación, de otro, una mayor competitividad y, por último, el aumento decidido de las exportaciones. Para que todo ello llegue a buen puerto se ha creado un comité de seguimiento y evaluación.
Entre las medidas que se han contemplado para estimular la competitividad, figuran la digitalización y la incorporación de tecnologías avanzadas en los procesos de fabricación.
Un tejido fuerte y diversificado
Si hay algo que caracteriza al tejido aeronáutico de la provincia de Málaga es su carácter diversificado, algo que sí preocupa a las empresas instaladas en Sevilla y Cádiz muy centradas en la fabricación de estructura y con demasiada dependencia de los programas de Airbus. De hecho, las empresas aeronáuticas malagueñas tienen una faceta más tecnológica que industrial. Las áreas en las que trabajan estas compañías son muy diversas e incluyen el sector aeroportuario, el big data, los procesos de fabricación, industria militar, drones, sensores de alta tecnología, etc.