Miguel Ruiz comenzó su carrera literaria con “La Tumba de Colón”, un éxito convertido en bestseller. Le siguieron “El Papa Mago”, “El País de los Espíritus” y “Objetivo la Luna”. Sus obras han sido traducidas a más de 12 idiomas, vendiendo más de 300.000 ejemplares. Tras la pandemia, el escritor malagueño regresa con “La Sangre de Colón”, una novela en forma de thriller que aborda el misterioso origen de uno de los personajes más importantes de la historia: Cristóbal Colón.
¿Qué podemos encontrar en las páginas de su última novela?
Misterio, emoción, intriga…. No se trata de una novela histórica, sino de un thriller muy actual, relacionado con el ataque a las estatuas de Colón en los Estados Unidos y a la herencia hispana en general. Este libro no proporciona lecciones, sino emociones. He querido hacer una obra que se quede pegada a las manos del lector, porque necesite leer hasta conocer el final.
¿Es una continuación de “La tumba de Colón?
Es independiente. Tenía muchas cosas que contar, me apetecía volver al fabuloso mundo colombino y, sobre todo, a la realidad de América siglos después de la conquista.
¿Qué le llama tanto la atención de la figura de Cristóbal Colón?
El hombre que cambió el mundo conocido es el personaje histórico más desconocido. Y lo hizo premeditadamente. En vida, Colón se encargó de decir que era extranjero, pero solo extranjero. Jamás pronunció o escribió un lugar de nacimiento concreto, ni él ni sus hermanos. Sembraron tal confusión, que incluso su hijo Hernando, tras la muerte del almirante, anduvo sin suerte en busca de los orígenes de su familia. Todo es misterioso en torno a él: su firma, el proyecto descubridor, la información que manejaba y un largo etcétera. Y para colmo, no sabemos dónde está enterrado. Yo planteo en mi nueva novela un enigma aún más desconocido, pero real: ¿por qué no se dejó retratar en vida? No conocemos el rostro de Colón. Este es el enigma que utilizo como elemento principal de la novela.
¿Cuáles son las claves para convertir una historia en un bestseller?
Precisamente eso: tener una buena historia que contar. Una novela puede estar escrita con gran erudición, o con una prosa perfecta, pero si lo que cuenta no engancha, entonces no funcionará. Cuando de un libro se venden miles de ejemplares, es porque hay mucha gente que conecta con la historia narrada.
¿Cómo cree que va a superar la cultura esta crisis post COVID-19?
Difícil, como todo. Las editoriales invierten en los autores, el coste de lanzar un libro para que llegue a un público amplio es enorme, y rentabilizar grandes tiradas ahora mismo se hace cada vez más complejo. Pero la cultura es algo que necesitamos, no podemos vivir sin ella. Por decir algo positivo, los índices de lectura crecieron mucho durante la pandemia, la gente consumió muchos libros en el confinamiento.
¿Qué próximos proyectos tiene en mente?
Quiero seguir escribiendo. Dirigir una gran empresa no es incompatible con contar historias y publicarlas. A mí me ayuda a reducir estrés y ser mejor gerente. Mientras pueda continuar así, seguiré publicando. Hasta que gane el premio Planeta… jaja… ojalá eso ocurra algún día.
DE CERCA
Una meta que alcanzar: aparecer en la lista de más vendidos del New York Times.
Una afición confesable: escribir novelas.
Un recuerdo de la infancia: libros a todas horas.
Un rincón preferido: el paseo marítimo de Guadalmar, donde hago ejercicio mientras me inspiro
¿Cómo se ve dentro de 10 años?: creciendo profesionalmente en todas las direcciones en las que me muevo.