La Noria nació hace siete años como una apuesta por parte de la Diputación de generar un tejido productivo y emprendedor con carácter social. “Lo que nos diferencia de otros espacios de emprendimiento es el matiz social y de respuesta a problemáticas como la lucha por el medioambiente, la igualdad, etc.”, explica Natacha Rivas, vicepresidenta cuarta y diputada de Innovación social y Despoblamiento de la Diputación.
La filosofía de emprendimiento de La Noria incide en que no todo radica en el “beneficio económico”. “No solo es importante tener una respuesta económica, que también; sino que se busca dar respuesta a las personas y a sus necesidades”, apunta Rivas. Con ese sentido, el centro cuenta con la Escuela de Impacto Social: una iniciativa desarrollada por la Obra Social “La Caixa” en la que voluntarios dan formación a emprendedores y colectivos. “A través de la Escuela, recibimos demandas formativas de emprendedores sociales sobre cómo poner en marcha su proyecto”, señala Rivas. El compromiso de la firma catalana en el proyecto de La Noria ha sido constante desde el nacimiento del centro. “Llevan dos millones de euros invertidos en convocatorias de proyectos”, comenta Rivas.
Actualmente, en La Noria hay alojados 27 proyectos en el espacio colaborativo de trabajo con formas jurídicas y de desarrollo muy diferentes: desde asociaciones hasta sociedades limitadas pasando por autónomos y cooperativas sin ánimo de lucro.
Lo que nos diferencia de otros espacios de emprendimiento es el matiz social y de respuesta a problemáticas como la lucha por el medioambiente o por la igualdad
De La Noria han salido proyectos como el de Acuaponía del Aula del Mar. Esta iniciativa combina las técnicas de acuicultura e hidroponía para crear ‘granjas’ de plantas y peces combinadas. A gran escala, permite la producción de fruta, verdura y pescado para consumo masivo.
Por otra parte, el proyecto de Cicerones Rurales ha creado una red de guías turísticos que trabajan para el turismo experiencial en la provincia: ofrece formación, asesoramiento y comercialización conjunta para impulsar el turismo rural de Málaga, particularmente de los municipios del interior. “El desarrollo de estos proyectos conlleva la filosofía de que La Noria sea un centro referente en el emprendimiento social y que el resto de administraciones asuman la innovación social como una forma de crear tejido productivo”, destaca Rivas.
Entre los próximos retos que prevén en el centro, desde La Noria destacan el desafío demográfico como problema transversal de la Diputación. “Málaga crece en general, pero aumenta la población del litoral en detrimento del interior”, apunta Rivas.