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Marbella, un lujo incombustible

Establecimiento en Marbella.

Marbella es, junto a Barcelona, el principal imán para el sector del lujo en España. Por sí sola, la villa de la Costa del Sol acapara el 26 por ciento del gasto que se realiza en el sector de productos y servicios premium, según Luxury Spain. Esto supone un volumen que ronda los 1.500 millones de euros anuales. La ciudad costasoleña aventaja incluso a Madrid y registra, por ejemplo, un desembolso medio de 2.650 euros al día, todo un derroche para cualquier turista y destino.

En el último año, el número de marcas ha ido acrecentándose. El chef Dani García abría en pleno ecuador del verano su nuevo restaurante Lobito de Mar, con el que desea acercarse a un público más informal y amante del pescado. Destaca también la llegada de Orlebar Brown al Club Mar del Hotel Marbella Club. Se trata de la primera incursión de la marca británica de bañadores en nuestro país. Dentro del retail y el textil, cabe mencionar el desembarco reciente de Loewe, Pilma, Max Mara, Intimissimi o Dsquared2 en la zona de Puerto Banús. Allí, comparten espacio con operadores como Versace, Cartier, Carolina Herrera, Louis Vuitton, Chopard, Bulgari, Ralph Lauren, Armani o Valentino. Coexisten varias zonas exclusivas, caso del Muelle Príncipe Salman pero, sobre todo, Muelle Ribera, cuyos alquileres pueden alcanzar sin pestañear los 60.000 euros al mes. Tanto que, se posiciona como la sexta calle comercial más cara de España.

Aunque la ciudad de Málaga ha subido numerosos peldaños, en este nicho del lujo sigue a la zaga de su hermana marbellí. El patrono de la Fundación ESESA y profesor de su área de internacionalización, Francisco Hernández, así lo corrobora. “La tipología de consumidor en Marbella y en Málaga Capital es radicalmente distinta. Inicialmente se habló de buscar operadores de lujo para el Muelle 1. No cuajó ya que los operadores no estaban por la labor. En definitiva, sus clientes habituales no eran de Málaga”. La directora General de Topfranquicias, Marta González, matiza que “hay cosas que ofrece Marbella de las que Málaga carece y viceversa”. Por ejemplo, la oferta cultural de la capital “no es comparable a ninguna otra localidad pero lo mismo podemos decir de Ronda que brinda al turista de interior otro tipo de encanto y virtudes”. Sin embargo, la villa marbellí posee un entorno ideal y privilegiado. No solo cuenta con establecimientos de primeras marcas, “también está rodeada de viviendas, vehículos y embarcaciones de lujo. Algo aún fuera del alcance de Málaga”, señala Hernández.

“El comprador de lujo de Málaga prefiere desplazarse a Marbella. Forma parte del comportamiento humano. Tenemos asumido que Marbella es referente de lujo y comprar un bolso de una prestigiosa marca en Puerto Banús da aún más caché”.

Francisco Hernández, patrono de ESESA y profesor de su área de internacionalización.

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