Málaga acumula el 56,2% de las plazas ofertadas de alquiler turístico en Andalucía, donde conviven 643.558 entre viviendas con fines turísticos (VFT) y apartamentos turísticos (AT), según la Asociación de Profesionales de Viviendas y Apartamentos Turísticos de Andalucía (AVVAPro).
Sobre la mesa está su limitación, que ahora la Junta de Andalucía dejará en manos de los propios Ayuntamientos. “El sector es el primer interesado en que haya una regulación clara y ecuánime que permita una convivencia que combata las posibles malas prácticas de algunos actores”, afirma Carlos Pérez-Lanzac, presidente de AVVAPro.
Será, según el consejero de Turismo, Arturo Bernal, por valores de calidad y no se permitirá la limitación “porque sí”. Este nuevo decreto viene a dotar de calidad y seguridad al sector. “Estamos totalmente a favor y hemos trabajado de la mano para orientar en criterios que puedan ser asumibles e interesantes para profesionalizar el sector”, afirma Pérez-Lanzac. La polémica reside en malos usos de algunos usuarios y actores del sector.
Las claves
Qué
La principal diferencia entre vivienda turística y apartamento turístico es el uso del suelo. Las primeras se instalan sobre tipo residencial, mientras que los AT son establecimientos hoteleros que se encuentran en suelo terciario, destinados a oficina, hospedaje o restauración.
Cómo
Se ajustan a unas normas que responden a criterios de edificabilidad, fiscalidad, incendios, registro de viajeros y licencia de apertura. ¿Los hay fuera de la norma? “Igual que hoteles, ¿sabes si cumplen las normas cuando los visitas? Los malos actores no interesan a ninguno” .
Cuáles
Hay distintas tipologías de VFT y AT con variaciones en sus requisitos específicos. Los AT pueden ser conjuntos (compartidos en un edificio con vecinos, pero con distintas entradas) o complejos; mientras que las VFT pueden ser por habitaciones o vivienda completa.