El visado de vivienda en la provincia de Málaga cerró el año 2022 con un total de 7.075 unidades firmadas, un 21,56% más que en el ejercicio anterior, cuando se registraron 5.820 visados. Estos datos devuelven a Málaga a los registros prepandemia, concretamente a los años 2018 y 2019, cuando se visaron 7.678 y 7.102 viviendas respectivamente.
Son datos del Balance de viviendas visadas y terminadas en 2022, presentado ayer por el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, Francisco Sarabia. Fue en el tercer trimestre de 2022 cuando se autorizaron un mayor número de inmuebles, con un total de 2.182. Le sigue en número de viviendas visadas el cuarto trimestre, con 1.905 unidades.
Por municipios, Málaga está a la cabeza de visados, con 1.355 viviendas. Le sigue Estepona, con 1067 visados; Mijas con 909; Marbella con 690, y Torremolinos con 509 inmuebles autorizados. Los municipios de interior siguen sin presentar cifras significativas que revelan una escasa actividad en el sector.
“El sector de la construcción mantiene un buen comportamiento y, aunque está lejos de alcanzar los niveles de otras épocas, las cifras ofrecen un balance positivo, alcanzando los datos prepandémicos, que eran favorables tras salir de la crisis”, valoró Sarabia.
Sin embargo, el decano apuntó que se sigue detectando una escasez de viviendas a precios asequibles, las que están destinadas a la clase media. “Esa demanda de vivienda no queda suficientemente cubierta con la oferta que existe en nuestra provincia, más enfocada a la vivienda de alto poder adquisitivo, concentrada en los municipios de costa”.
En este sentido, Sarabia manifestó que desde el Colegio de Arquitectos “seguimos reclamando la atención a esa demanda, que podría tener un tratamiento jurídico y financiero diferente, donde participen el sector público y el privado. Lo mismo ocurre con la vivienda protegida, que lamentablemente sigue arrojando unas cifras insignificantes”.
Viviendas terminadas
En lo relativo a las viviendas acabadas durante 2022, los datos de la entidad colegial reflejan un descenso importante con respecto a 2021. En total, el pasado año se concluyeron 4.103 unidades frente a las 7.552 del periodo anterior.
Con respecto a esto, Sarabia explica que la vivienda terminada suele consolidar sus datos unos dos o tres años después del visado. “Estos datos corresponden a actuaciones de 2020 y 2021, que han sido los años de la pandemia, lo que explica esta mala cifra. A esto se suma los efectos que la crisis energética y la escasez de materiales está causando en el sector de la construcción”.
El mayor volumen de viviendas terminadas se registró en el cuarto trimestre, con 1.182, una cifra casi igual a la del primer trimestre, cuando se acabaron 1.181 unidades. Por municipios, en Málaga capital se terminaron 1.154 inmuebles, seguido de Mijas, con 483, y Fuengirola, con 306 unidades terminadas.
Para Sarabia, tanto las cifras de viviendas terminadas como las de viviendas visadas “son bajas si tenemos en cuenta que la actividad razonable estaría en torno a las 20.000 o 25.000 viviendas anuales para dar cobertura a la demanda”.
Además, recordó que es necesario reactivar el sector de la rehabilitación, “una actividad que esperamos que crezca a través de la LISTA, la próxima ley andaluza de la vivienda, y de las ayudas que proporcionan los fondos Next Generation”.
El decano también ha reclamado “mayor diligencia” a todos los ayuntamientos de la provincia en la tramitación de licencias de obra, “ya que los profesionales tenemos una gran dificultad en tramitar nuestros expedientes”. Afirma que uno de los ayuntamientos más afectados por los retrasos en las licencias es el de la capital malagueña, a pesar de ser “el municipio que más actividad plantea en el conjunto de la provincia”.