Mª CARMEN GALLEGO/ La provincia termina el año con 5.820 viviendas visadas. Las grandes construcciones que dibujan el skyline de la capital siguen avanzando, como los dos rascacielos de Martiricos o las famosas Málaga Towers. Aunque se puede decir que la obra por excelencia de los últimos años es la de la llegada del Metro de Málaga al centro, que parece que estará acabada por fin este verano.
Los distintos residuos áridos se muelen y se producen varios tipos de materiales: zahorra,macadam y grava, entre otros
Conociendo todo el mapa de infraestructuras que están levantando Málaga, ¿se ha preguntado qué se hace con los desperdicios de la construcción?
Hormigón, material cerámico, piedras, tierra… Toneladas de residuos áridos se producen en las obras de toda la provincia, que si no se gestionan bien podrían provocar una situación insostenible. De hecho, el 32% de los residuos producidos en Andalucía corresponde a los desperdicios de la construcción y la demolición, superados solo por los residuos sólidos urbanos (36%), según datos del diagnóstico del Plan Integral de Residuos de Andalucía (Pirec 2030).
Sin embargo, estos restos tienen un gran potencial de circularidad, siendo su reutilización muy viable en proyectos de obra nueva. Para llegar a este punto es por lo que existen las plantas de reciclaje de áridos. En la capital malagueña hay dos: Reciclados Roster, cerca del Polígono Industrial Santa Teresa, y Arecosur, en Campanillas.
Básicamente, lo que se hace en una planta de estas características es recepcionar los residuos de las construcciones, molerlos y convertirlos en nuevo material. “A mí me traen los materiales de distintas obras de Málaga provincia”, señala Ana Ternero, de Reciclados Roster. Por ejemplo, los restos del conocido edificio de la Flex en la Carretera de Cádiz que se generaron tras su demolición en octubre fueron a parar a la planta de reciclaje de Roster.
De los distintos tipos de residuos áridos que les llegan fabrican nuevos materiales. “Los molemos y así se hacen varios tipos de materiales. Del hormigón por ejemplo se obtiene zahorra, macadam y grava”, explica Ternero. Una vez tienen listos los nuevos áridos, los venden, tanto a grandes empresas constructoras como a particulares. “Yo tengo aquí normalmente existencia de casi todos los materiales. Los muelo y los dejo en estocaje”. Y cuando se van necesitando para las obras, los compran. “Por ejemplo, cuando hubo la inundación de Campanillas de hace dos años, se rellenaron con material de aquí todos los caminos y todo lo que había quedado devastado. En obras de las carreteras meten zahorra, o para casi todas las averías de Emasa que hay en Málaga se llevan el material de aquí para rellenar”.
Las constructoras pueden comprar áridos nuevos provenientes de las canteras para cubrir todos estos usos. Pero en su apuesta por la economía circular, la Junta de Andalucía ha incorporado como obligatorio el uso de residuos de la construcción reciclados en los pliegos de licitación de las obras públicas promovidas por la Consejería de Desarrollo Sostenible. Es más, la Dirección de Calidad Ambiental está extendiendo esta misma iniciativa al resto de áreas que licitan obras. Por su lado, Málaga fue el primer municipio de España en contar con un pliego propio sobre el uso de áridos reciclados en sus obras públicas.
Otros reciclajes en la Costa del Sol
Cuando se piensa en reciclaje, lo primero que se viene a la mente es el tratamiento de materiales como el plástico, el papel o el vidrio. Este trabajo lo realiza en Málaga el CAM, el Centro Ambiental de la ciudad, donde cada día llega una media de 400 camiones de Limasam con los RSU (residuos sólidos urbanos) de toda la capital.
Entran al CAM siendo solo desechos, pero salen convertidos en materias primas (como madera, metales o plásticos), en compost, obtenido de la recuperación de materia orgánica y de restos de poda de jardines, o incluso en electricidad, ya que se aprovecha la energía que produce el biogás generado en el vertedero.
¿Y qué se hace cuando se producen residuos tóxicos? Restos de aparatos electrónicos, los desechos del sector de la automoción o los residuos biosanitarios que se generan en hospitales y laboratorios. En Málaga existen empresas especializadas que se dedican a la recogida y almacenaje de estos desechos, como Remasur Medioambiente o Recicla Andalucía.
“Nosotros nos encargamos de recogerle a los productores el residuo y lo almacenamos en nuestras instalaciones tras un proceso de separación hasta que tenemos un volumen bastante grande”, cuenta José Ángel Reyes, responsable en Remasur.
Luego, lo llevan a las diferentes plantas de gestión final según el desecho que sea. “El aceite usado de motor lo llevamos a un sitio, el filtro usado y las baterías de coche lo llevamos a otro”. En Málaga no existen plantas de reciclaje de residuos peligrosos, por lo que tienen que trasladarlos hasta otros puntos de Andalucía o incluso hasta Guadalajara.