En mi cotidianidad como coach, paso la mayor parte del tiempo compartiendo conversaciones con empresarios y ejecutivos al mando de empresas y cuentas de resultados. Lo más llamativo en estos últimos años – por ser común en todos ellos – es la necesidad de reinventar no solo lo más superficial, como la forma de trabajar, si no el cambio imprescindible en la forma de construir relaciones profesionales basadas en la confianza mutua, para alcanzar las cuotas de colaboración y cooperación necesarias, que permitan ganar flexibilidad y agilidad a la hora de responder a un mercado en aceleración y cambio.
Porque liderar hoy en día con éxito requiere sumar. Estamos siendo testigos del final de los liderazgos individuales, donde una persona se convertía en la piedra angular sobre la que cimentar las decisiones de negocio. A un mercado en espiral VUCA desde hace años, le ha acontecido una pandemia que ha alterado el mercado laboral, ha obligado a revisar los parámetros de sostenibilidad y hace inevitable la revisión de los proyectos empresariales para materializar contribución externa, además de garantizar los resultados en la mayor de las incertidumbres que los líderes de hoy en día han podido vivir. Saber movilizar y compartir talento es el camino para el liderazgo de hoy.
Así, reorganizar el aprendizaje, poner en valor los recursos desarrollados a lo largo de la carrera profesional para que den su utilidad en un escenario distinto, cambiar la mentalidad y entrenar nuevas habilidades para facilitar conversaciones poderosas entre compañeros y equipos se convierten en objetivos fundamentales a trabajar en el entrenamiento directivo.
El Programa Superior de Liderazgo Consciente y Coaching Humanista (PSLICO) de ESIC aborda la transformación de la organización a través de la transformación de sus personas y líderes.
En 3 bloques consecutivos el programa recorre:
– La indagación en los propios recursos internos de los participantes, buscando ganar comprensión sobre cómo funcionamos las personas, entendiendo la gestión de recursos para el autoliderazgo. Disciplinas como inteligencia emocional, psicología positiva, mindfulness, PNL, relación de ayuda y visión sistémica, permiten mirar a la persona desde diferentes ángulos para minimizar las sombras. Trabajadas en aplicación práctica y acompañando al alumno en un proceso individual de coaching, el alumno se prepara para mirar a la organización desde una nueva visión interior de su capacidad.
– La 2ª parte arranca con un encuentro de testimonios reales. Empresas que han pasado un proceso de revisión y transformación basada en el talento y comparten sus experiencias. Junto con sesiones dedicadas a la innovación, modelos organizativos, geoestrategia y organizaciones positivas.
– El último bloque entrenamos habilidades de comunicación, influencia, gestión de equipos, resiliencia, gestión de egos y ética en la empresa como prevención de conflictos. El alumno, además, realiza la aplicación práctica de su nuevo mindset a través de prácticas de coaching ejecutivo.
Porque la mejor forma de aprender es enseñar y acompañar. Es el momento de entrar en PSLICO.
Yolanda Cañizares es Coach ejecutivo y personal y docente de ESIC