El Volvo XC40 es un modelo con aspecto de todoterreno construido sobre una nueva plataforma modular CMA, mide 4,43 metros de longitud y su conducción recuerda poderosamente a la de los otros dos modelos de la gama XC de Volvo. Es un vehículo cómodo en el que los pasajeros no acusan el paso de los kilómetros y que transmite sensación de seguridad y control.
El habitáculo, como ocurre con los modelos más recientes de Volvo, da la sensación de estar fabricado con esmero y cuenta con todo tipo de detalles. Los materiales de recubrimiento, así como los ajustes entre las distintas piezas, causan una buena impresión tanto a la vista como al tacto.
El XC40 es un vehículo amplio en el que cuatro adultos de hasta 185 cm de altura viajarán con comodidad y desahogo. El maletero, en cambio, no es de los más grandes, aunque tiene unas formas muy aprovechables.
En cuanto al salpicadero, es muy parecido al de los XC60 y XC90. Desde una pantalla, orientada verticalmente, se manejan la mayoría de funciones del vehículo, además del sistema multimedia. Por sus menús hay que desplazarse utilizando siempre la superficie táctil, dado que no hay botones para hacerlo. El cuadro de instrumentos también es una pantalla. En la consola hay una zona de recarga inalámbrica para teléfonos móviles compatibles.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, mediante un sistema McPherson delante y con un sistema multibrazo detrás. Los asistentes de conducción son también los mismos que están disponibles en los otros modelos de Volvo, Pilot Assist, City Safety ó Run-off Road. En este modelo todos los motores son de cuatro cilindros, excepto el de gasolina de menor potencia, que es de tres.
Como novedad hay elementos decorativos que se alejan de la línea habitual de Volvo, como por ejemplo que el techo puede ir pintado en un color distinto al del resto de la carrocería y la moqueta del coche puede ser de un tono rojizo llamado Lava Orange.
Está a la venta desde 30.950 euros.
Volvo XC40. Campo o ciudad
Volvo XC40.