Para nuestro número de enero-febrero realizamos un Cara a Cara entre Raúl Jiménez, Concejal de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga y Manuel Belmonte, presidente del comité de empresa de Limasa. El objetivo: dar su punto de vista sobre el nuevo modelo de gestión para la limpieza, recogida y tratamiento de los residuos en la ciudad de Málaga.
El futuro de la limpieza en Málaga: un nuevo modelo orientado a obtener el mejor resultado
“En este nuevo modelo intentamos abarcar lo mejor de los modelos públicos y lo mejor de los modelos privados. Y es que siempre hemos defendido que no hay un modelo perfecto, que ambos modelos tenían sus ventajas e inconvenientes. De ahí que hayamos optado por un modelo híbrido que aúna las ventajas de ambas opciones. La primera decisión ha sido dividir a la mastodóntica LIMASA III en dos servicios claramente diferenciados. Por un lado, la limpieza; por otro, la recogida y tratamiento de residuos. Entendiendo que son tareas claramente diferenciadas y, al ser segmentadas y acotadas su tareas, serán realizadas por los mejores profesionales del sector. Es decir, las mejores empresas del país de limpieza no tienen por qué coincidir con la excelencia en el mundo del tratamiento de residuos, ya que cada vez hay mayor brecha, especialmente tecnológica, en ambos servicios. La limpieza de la ciudad es un servicio global que debe ser rediseñado. El Ayuntamiento de Málaga tiene un claro compromiso medioambiental del que no vamos a movernos ni un ápice para conseguir y superar los requisitos medioambientales europeos de los próximos años. Somos conscientes de que esta opción no está bien valorada por el comité de empresa porque al dividir la empresa en dos hay un pérdida de control sindical respecto al antiguo modelo. Pero más allá de esto, los trabajadores contarán con las mismas condiciones que tienen actualmente. Y si en estos últimos 30 años de gestión privada han visto mejoradas sus condiciones económicas y sociales nada indica que no vayan a seguir mejorándolas al ritmo que la economía lo permita. Por otro lado, parte de la plantilla se integrará en una nueva empresa municipal, aspecto que ha sido siempre el gran anhelo y deseo de los trabajadores, por lo que estamos seguros de que estarán satisfechos con esta decisión”.
Raúl Jiménez. Concejal de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga
La nueva Limasa limpiará a los malagueños… sus bolsillos
“Esta empresa no debe de estar creada para obtener ¨beneficio¨, sino crear una empresa de recogida, limpieza y tratamiento para prestar (desarrollar) una limpieza acorde con lo que necesita los barrios de Málaga. El tiempo nos ha dado la razón quedando demostrado que este modelo de empresa no es válido, porque hay muchos intereses económicos y pocas ganas de tener Málaga Limpia. Desde la plantilla de Limasa les pedimos a los partidos políticos que no caigan en el error que decidió voluntariamente caer el Sº De la Torre pese a la insistencia del comité de empresa en el año 2001. Tras un largo peregrinar por las ciudades de España que han tenido a bien visitar para comparar modelos de empresas de limpieza, tanto públicos como privados, la conclusión final ha sido que hay que privatizar porque hace falta renovar la flota. Único y pobre argumento que cae por su propio peso ya que en el pliego de condiciones de LIMASAIII, expone que al finalizar la contrata se habrán invertido más de 22 millones de Euros y a fecha de hoy la inversión en flota ha sido sobre 5 millones de Euros existen 17 millones de Euros que no saben, no contestan.
Nunca la plantilla ha estado al margen de los problemas de limpieza de nuestra ciudad derivados de una sangría económica de las arcas públicas que genera este modelo de empresa. Hemos sufrido bastantes recortes económicos y sociales durante los últimos cuatro años enfocados a una mejora de la contratación para mayor presencia en las calles de operarios. La municipalización del servicio es una necesidad básica para la ciudad dado el precario servicio que presta LIMASAIII por la grave falta de personal, por la sangría económica que genera tener socios privados ansiosos de beneficio, sin importarles ésta que no es su ciudad”.
Manuel Belmonte. Presidente del comité de empresa de Limasa.