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La escuela de programación Tech Talent South se instala en Málaga

La escuela de programación Tech Talent South se instala en Málaga.

La escuela de programación Tech Talent South se instala en Málaga.

Málaga se está convirtiendo en uno de los destinos más deseados por las empresas tecnológicas. Uno de los mejores coding bootcamps americanos llega para conectar el talento malagueño con las habilidades más demandadas en el mundo del software. Tech Talent South Spain (techtalentsouth.es) abrió sus puertas en el mes de septiembre y ya cuenta con una veintena de alumnos en su curso de Programador Junior.

Sus responsables en España, Sergio Sanz y Susana Marló, cuentan que el origen de esta idea de negocio surgió ante la necesidad de encontrar personal cualificado para llevar a cabo una plataforma especializada de subida de vídeos. “Queríamos desarrollar una plataforma similar a Tutellus o Udemy pero más especializada. Buscábamos  programadores que pudieran llevar a cabo el proyecto web. Fue imposible encontrar gente; los que podían hacer el proyecto estaban trabajando ya, o las empresas a las que solicitamos ayuda no tenían suficiente personal cualificado para poder realizar algo así, explica Sanz.

En el ámbito educativo, la palabra bootcamp define una metodología intensiva, muy práctica y orientada a principiantes. El modelo coding bootcamp, nació en Estados Unidos en 2012 y no ha parado de crecer. La oferta de formación de este tipo era inexistente en Andalucía. Ahora, la empresa americana elige a la capital malagueña como base de su expansión en el mercado hispanohablante. Málaga se está convirtiendo en un destino de primer nivel para las compañías tecnológicas, pero tienen problemas para encontrar desarrolladores, sobre todo juniors. Nuestro objetivo es abrir una nueva fuente de talento, que beneficiará a empresas y comunidades tecnológicas de la zona.”, asegura Marló.

Los cursos de Tech Talent South no sólo van dirigidos a futuros desarrolladores. “En nuestra visita a la sede central de Charlotte, conocimos a un abogado que había dejado su trabajo y había hecho el curso de programación porque pensaba que eso era el futuro. A mitad del curso ya tenía nuevo trabajo. Continuaba como abogado pero ahora tenía un 50% más de sueldo, llevando la cartera de empresas tecnológicas de un bufete. Le contrataron porque él podría hablar de tú a tú con los emprendedores y entender conceptos que los otros abogados ni querían entender”, explican los responsables de la escuela en Málaga.

 

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